A propósito de los altos niveles de contaminación atmosférica que se han registrado en la Ciudad de México y la urgencia por contar con medios de transporte limpios y eficientes no sólo en esta urbe, sino en todo el mundo, volvemos a encontrarnos con malas noticias que involucran al diseño industrial y su mala ejecución en detrimento de la calidad ambiental.

Mitsubishi Motors incurrió en engaños acerca de la eficiencia energética de más de 600 mil vehículos fabricados y comercializado en Japón. La compañía nipona manipuló las pruebas de consumo de combustible de modo que ofrecen un resultado de gasto energético erróneo

Este proceso se efectuó por una modificación de la presión del aire de las llantas, hecho que influyó en los datos sobre consumo de combustible proporcionados por la empresa a las autoridades japonesas. Los modelos afectados son unos 157 mil ek Wagon y ek Space y alrededor de 468 mil unidades del Dayz y el Dayz Roox.

Este caso se suma al escándalo que meses atrás protagonizó las firma alemana Volkswagen, cuando
manipuló el diseño de varios de sus vehículos para ofrecer datos erróneos acerca de la emisión de partículas contaminantes.

Este escándalo, ocurrido en septiembre de 2015, tuvo fuertes repercusiones que se vieron reflejadas en una baja en su ventas globales.

Pero más allá de las sanciones que puedan tener las empresas, lo que preocupa es el hecho que las grandes compañías parecen buscar la manera de ocultar la ejecución de tecnologías que no abonan al mejoramiento del ambiente.

Los esfuerzos por ofrecer modelos eléctricos o híbridos a costos cada vez más reducidos, en cambio, parecen no ser la principal prioridad de las armadoras, quienes se limitan a presentar pocos modelos con tecnología amable con el ambiente a precios muy elevados.

Mientras tanto, las dificultades ambientales se multiplican en Ciudad de México y muchas otras ciudades del mundo , la salud colectiva se perjudica y las implicaciones seguramente tendrán un elevado costo social.

Imagen: Big Stock