Inspirarse para crear es un proceso que se origina desde lo más insignificante que se piensa, de lo más familiar y lo más cercano pueden surgir las ideas que se convierten en grande obras, como las hechas por el británico Michael Landy.

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Durante la conferencia “Si, estamos locos. No, no estamos bromeando”, el artista británico comentó gran parte de su obra que ha sido disrruptiva, pues el espectador se termina cuestionando ¿por qué ha hecho esto? La respuesta parece no ser sólo una.

Por ejemplo, una de sus obras que más puede llamar la atención es lo que hizo con todas sus pertenencias. A los 37 años todas sus cosas —exactamente 7 mil 727 objetos— fueron triturados. Se quedó sin nada y con una gran deuda, pues tuvo que pagar el proceso de trituración.

Lnady, directivos del recinto y autoridades del British Council, tras la conferencia dictada por el artista.
Landy, directivos del recinto y autoridades del British Council, tras la conferencia dictada por el artista.

“Nunca encontré sentido al mundo”, dijo Michael Landy, quien es uno de los Young British Artists o YBAs, un grupo de artistas contemporáneos del Reino Unido, la mayoría provenientes del Goldsmith College of Arts de Londres.

Y es que a lo largo de su carrera como creativo se ha interesado por los objetos cotidianos y les ha otorgado un nuevo sentido, pero sus creaciones son inusuales a la vez por que hace que tengan un uso, como sucedió con la pieza-instalación El Mercado, en la cual se encontraba el mobiliario usual de un mercado, se podía intercambiar y llamó la atención.

Su creatividad se ha originado hasta en lo más familiar que se puede uno imaginar. Ejemplo de ello es otro de sus trabajos, en el que reprodujo en una galería la casa en la que vivía a tamaño escala.

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Pero en ocasiones la creatividad no sólo es, valga la redundancia, crear, sino destruir, como sucedió cuando creó un contenedor enorme para echar todos sus “fracasos creativos”, una obra conjunta, pues hizo un llamado a otros artistas para que llenaran ese contenedor.

Sin duda la obra de Landy conmociona por el lado por el que se vea y ese sello característico se hace notar en la exposición “Santos Vivientes. Donde el arte cobra vida”, una muestra compuesta por ocho esculturas —la de San Esteban fue hecha exprofeso para México— y dibujos.

Este miércoles El Antiguo Colegio de San Ildefonso abre sus puertas al público esta exposición en la que no sólo se contempla, sino que el arte está hecho para interactuar, de ahí el subtítulo.

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