Existen muchos perfumes que son reconocidos por sus frascos, pero tal vez uno de los más famosos es el envase de Chanel No 5, un packaging casi tan innovador como la misma esencia y para ambos Coco Chanel quería crear un producto para la mujer moderna, independiente y despreocupada.

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El diseño es sobrio, minimalista, atemporal, recto y elegante. Existen muchas teorías alrededor de éste, se dice que Gabrielle se inspiró en esenciador de whiskey o en las propias botellas de las fragancias masculinas, pero lo que es una realidad es que buscaba ir en contra de lo usual de aquella época, hoy nos podría parecer clásica y muy visto, pero en los años 20s, los envases de cristal para mujer eran pequeños y estaban adornados con brillantes, o tenían detalles pintados a mano o tallados.

Por eso, al igual que su ropa, Chanel recuperó las líneas rectas, sin curvas y la belleza de la “masculinidad”. La moda era un tanto andrógina, por lo que le dio la misma característica a su perfume.

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El sitio timesunion.com recuperó una declaración de la afamada diseñadora en la que afirma que “quería diseñar un aroma artificial […] sí, quiero decir realmente artificial, como los vestidos, como todas las cosas que podrían crearse. No quería rosas ni lirios del valle. Quería un perfume que sea una composición ”, por lo que cuando tuvo que crear el empaque pensó en algo que fuera similar.

Ernest Beaux fue el perfumista que realizó las propuesta para Coco, le presentó 10 muestras y el número cinco fue el que le gustó a ella, por lo que eligió esa numeración para nombrarlo. Chanel diseñó la botella con todo lo anterior en mente y aunque el lanzamiento de la fragancia fue en 1921, en 1924 el frasco se modificó levemente en su tapón, el cual pasó de ser uno sencillo y redondo a uno octagonal; esto es lo único que se ha alterado, por lo que el envase permanece intacto desde su creación.