Para algunos el arte sólo es algo estético, pero para muchos es una forma de expresar el pensamiento humano sin que implique el uso del lenguaje oral o escrito, por ello Jeroen Bisscheroux busca hacer conciencia sobre desastres a través de su instalación Pool.

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El artista belga sabe perfectamente que el arte va más allá de lo estético, por ello ha conjuntado el tsunami de Sendai y el desastre radioactivo de Fukushima en la obra de arte, que se conforma de una alfombra similar a una alberca.

Pool, loss of colour, ubicada en Osaka, Japón, transforma los dos desastres, porque suceder en cualquier rincón del mundo, no sólo concierne a ese país oriental.
La instalación se trata de una traducción de la amenaza de una tragedia aún mayor. Los problemas en torno a la planta de energía nuclear en Fukushima aún están lejos de resolverse, en las últimas semanas se dio a conocer un nuevo derrame de agua radioactiva al mar.

Esta obra de arte busca crear un enfoque diferente y hace hincapié en los acontecimientos, pues tanto en Japón, como en Europa occidental, lo sucedido en Fukushima ha pasado a segundo plano.

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