En el diseño gráfico la ciencia de los tonos y pigmentos son un mundo aparte al que le podríamos dedicar muchas horas en discusiones, y es que para cada persona representan cosas diferentes, tienen un efecto contrario o incluso se ven de forma distinta. Pero para evitarnos tantas polémicas, existen algunas reglas definidas que funcionan de forma regular, tal como la psicología del color, Los colores complementarios son aquellos que nos permiten crear un contraste adecuado sin lastimar la visibilidad, por ello a continuación te contamos más sobre éstos.

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Los colores complementarios son parejas de tonos que se ubican frente a frente en el círculo cromático, generalmente uno está en el apartado de los fríos y el otro en los cálidos -pero entre más aumenten los tonos, esto podría variar- son diametralmente opuestos y a una distancia invariable de 180 grados, esto representa un contraste ideal para utilizarse en cualquier producto gráfico sin crear alguna confusión de tonalidades o que lastimen la vista.

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En un círculo de 6 tonos es muy fácil identificar los colores complementarios: verde con el rojo, azul con el naranja y amarillo con el morado, pero las variaciones comienzan cuando se duplican los tonos o se cambia el sistema de color, como al RGB. Pero recuerda que sólo debes partir a la mitad el círculo para encontrar el par de colores que forman un contraste perfecto.

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Como ya explicamos, la utilización del contraste funciona para acentuar y destacar elementos, pero para ello es necesario aplicarlos con un balance, brillo y más personalizaciones, esto sólo se podrá visualizar dependiendo del tipo de diseño que se realiza, así como el objetivo que se tiene para el gráfico.

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