Una impresionante reacción en cadena es la protagonista del nuevo spot del refresco Pepsi Max. En lugar de escoger alguna celebridad, la refersquera eligió el trabajo de Harriman Steel: la instalación de 2,015 pelotas de ping pong sobre el mismo número de trampas para ratones.
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Con solo soltar una de las pelotas, el intenso y breve caos se genera de inmediato. Los creadores del spot aseguran que la reacción en cadena tuvo tan solo una duración de 3 segundos, de ahí la dificultad para su filmación.
Hubo que colocar varas cámaras de alta resolución y planear a la perfección las tomas porque repetir la escena -es decir, colocar de nuevo cada ratonera y su correspondiente pelota- resultaba muy complejo. Con un efecto de cámara lenta, el resultado final en el spot es más que sorprendente.