Un interesante estudio ha puesto prueba el nivel de contagio cuando se canta, por lo que parte de la estrategia ha sido descubrir cómo evoluciona la enfermedad en conglomeraciones de este tipo.
  • La pandemia de COVID-19 ha puesta a prueba a todo tipo de industrias, que han buscado enfrentarse a este patógeno desde cada una de las áreas en las que dominan.

  • Un elemento muy importante en el estudio de la pandemia de COVID-19 es el que nos advierte de la oportunidad que han encontrado las marcas en asumir responsabilidades sociales ante la pandemia.

  • Nos encontramos ante un escenario muy desafiante y en esa medida tienen que ser las acciones que se implementen contra la pandemia.

La pandemia de COVID-19 se ha convertido en una etapa con graves desafíos para todas las industrias como la de entretenimiento, que ha encontrado en este fenómeno un reto fundamental para poder generar nuevas estrategias de trabajo.

Para lograrlo, es importante entender con base en estudios, cuáles son las oportunidades y los riesgos de implementar eventos musicales, considerando el valor que estos tienen hoy en día en el mercado.

Debido a ello, hay una serie de puntos que se tienen que tomar en cuenta, entre ellos los que nos advierten de la capacidad con que cuentan las marcas para poder innovar.

Por ejemplo, un estudio llevado a cabo por la revista Clinical Infectious Diseases, encontró cuál era el nivel de contagio de COVID-19, al medir el esparcimiento de las gotículas de saliva, principal agente de contagio de esta enfermedad.

Misik – Making Sound Kool

El nivel de contagio se midió cuando las personas cantan en grupos y en espacios cerrados. El estudio fue ejecutado por la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia) con una visualización detallada con el sistema de diagnóstico de flujo en imágenes.

Como parte del estudio se captó el momento en que una persona canta a escala mayor las siete notas musicales, encontrando que do y fa son las notas que más gotículas esparcen.

El alto nivel de gotículas, según el estudio, es un gran riesgo si las personas que las emanan tienen COVID-19 y se encuentran en lugares cerrados, generando aerosoles con las gotículas.