La Torre Reforma es una imponente innovación arquitectónica construida en la Ciudad de México, actualmente es la más alta de la capital mexicana con sus 246 metros. Ahora su arquitecto L. Benjamín Romano y todo sus desarrolladores recibieron el International Highrise Award 2018, un reconocimiento otorgado por  los Deutsches Architekturmuseum (DAM) por el mejor diseño orientado al futuro, funcionalidad, tecnología de construcción innovadora, integración en esquemas de desarrollo urbano, sostenibilidad y rentabilidad.

“La Torre Reforma sobresale por su extraordinaria arquitectura casi escultural y su huella triangular. La fachada futurista abre la vista a uno de los parques más grandes del mundo. Su diseño sensible e intuitivo es una impresionante respuesta a los retos topográficos locales. El nuevo edificio no sólo personifica el desarrollo en progreso de México, sino también integra cuidadosamente un edificio patrimonial en un distrito histórico. Este proyecto, que es una delicia visual, además de ecológico, es un merecido ganador del IHA 2018 y demuestra que, en comparación con otros países, México se vanagloria de ofrecer soluciones arquitectónicas pionera”, afirmó la Dra. Ina Hartwig, sub alcaldesa de Cultura de la Ciudad de Frankfurt.

Quizá te interese: 10 renombrados arquitectos mexicanos para celebrar el Día del Arquitecto en México.

El premio se otorga cada dos años; son más de 1000 rascacielos que se encargaron en todo el mundo en este periodo, de los cuales el DAM nominó 36 edificios sobresalientes de 15 países diferentes. Un jurado internacional de expertos seleccionó los últimos cinco para la lista corta, dentro de los finalistas se encuentra Sean Anderson, Knut Stockhusen, Horst R. Muth, Peter Cachola Schmal, Jette Cathrin Hopp, Kai-Uwe Bergmann, la Dra. Ina Hartwig, el Prof. Ulrike Lauber y Thomas Schmengler.


L. Benjamín Romano explicó que “este premio es especialmente valioso porque proviene de mis colegas (arquitectos, ingenieros, desarrolladores) que pueden apreciar no solo un edificio en sí mismo, sino también los desafíos financieros, estructurales, ambientales y normativos inherentes. Creo que la mejor arquitectura es la que encuentra la respuesta a estos desafíos. La que emana de las necesidades, el contexto y la realidad, y no solo de la imaginación o el gusto estético de alguien.”

La Torre Reforma debe su relevancia a aspectos como la estructura sólida de hormigón y a prueba de sismos, en una zona sísmica como lo es la CDMX, además de ser un edificio que cuenta con distintivo LEED Platino, que permite ahorrar hasta 25 por ciento de energía, además de que está construido en un 85% con materiales mexicanos.