El logotipo es la representación gráfica de una marca. Es lo primero que la gente ve y lo que más recuerda, pues debe transmitir un mensaje contundente sobre todo lo que representa.

Existen básicamente tres tipos de logotipos de marcas. Los que tienen una base en la tipografía, como IBM, Google y Coca-Cola, ya que usan una clase de letras específicas con un ligero “twist” que las distingue para estilizar su nombre.

Otros logos muestran literalmente lo que una compañía hace o a lo que se dedica; Sherwin Williams tiene un bote de pintura o Post-It que tiene notas adhesivas en su diseño.

Finalmente, están aquellos que son símbolos abstractos, Nike o Mitsubishi por ejemplo, que se convierten en un vínculo de identificación con las personas que las consumen.

Sin duda, hay muchos logos representativos. Conocer cómo fueron concebidos resulta escuchar anécdotas interesantes y, en la mayoría de los casos, fascinantes. A continuación presentamos breves relatos detrás del origen de tres de estos logotipos icónicos.

Google
Desde su concepción, el logo de esta compañía californiana adoptó la premisa “la belleza de lo simple”: un diseño sencillo, amigable y accesible. En palabras de su diseñadora Ruth Kedar sobre el porqué de los colores “Terminamos usando los colores primarios en vez de enfocarnos en tener un patrón específico, así que agregamos un color secundario en la “L”, la cual nos recordó de nuevo la idea de que Google no sigue las reglas”.

Entre sus modificaciones más notables están la omisión del signo de exclamación y el look basado en la tipografía Catull (1999). El actual logotipo utiliza Sans-serif, además mantiene la alegría multicolor y la característica inclinación en la “e”.

Es la marca más valiosa de la actualidad, al menos así la considera un estudio de la compañía Millward Brown, publicado a principios de 2016.

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Nike
Carolyn Davidson fue una estudiante de la Universidad de Portland State en los años 70, donde conoció a los fundadores de esta empresa llamada así en honor a la diosa griega de la victoria (Níke), Bill Bowerman y Phil Knight, quienes le pagaron por diseñar el logo conocido como “Swoosh”. En aquel entonces recibió $35 por su labor (se estima que ahora tiene un valor de $600,000 USD).

En un principio le representó todo un reto combinar un diseño que transmitiera movimiento y que además se viera bien en un calzado deportivo. Comenzó haciendo sketches en papel para después trasladarlos sobre dibujos de tenis.

Cuando mostró el diseño final a Knight y a sus demás colaboradores, éstos no se mostraron muy entusiasmados. Después de varios minutos de consultar otros diseños, finalmente escogieron el que muchos reconocemos hoy en día.

Posteriormente, a Davidson le fueron obsequiadas 500 acciones de bolsa de la compañía como compensación a su aportación, mismas que conserva hasta la fecha.

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Coca-Cola
Cuando John S. Pemberton obtuvo la fórmula para la hoy famosa bebida, su amigo Frank M. Robinson pensó que dos letras “C” se verían atractivas; él nombró la marca y le agregó la fuente cursiva conocida como “Spencerian” (tipo de caligrafía usada en documentos oficiales en los Estados Unidos del siglo XIX).

Es difícil no encontrar una persona en el mundo que no reconozca el logotipo de esta compañía nacida en Atlanta. Tiene poco más de un siglo de vida y su logotipo ha sufrido ligeros cambios. Los más destacados son la estética gótica (1890-1891), pasando por adiciones como la famosa “ola” (línea contornada inspirada en la botella Contour) (1969) y una línea amarilla (2003), hasta regresar al diseño clásico con el fondo rojo y las letras blancas(2007).

Hoy, la gigante refresquera continúa innovando no sólo en cuestiones de imagen (apenas este año renovó el diseño de sus etiquetas), sino también en temas concernientes al medio ambiente; actualmente es el mayor reciclador de botellas PET de América Latina.

En nuestro país lleva más de 90 años y cuenta con 345 centros de distribución, un repertorio de 70 marcas y más de 200 presentaciones con menos de 100 calorías; esto último con el fin de ofrecer más opciones de consumo informado a la sociedad.

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El logotipo transmite un sistema de ideas que son percibidas por las personas por medio de la afinidad. Por esta razón es muy importante. Y aunque no hay fórmula para crear el logo perfecto, reflejar la naturaleza de una marca debe ser una de sus prioridades. Si el amor puede darse a primera vista, tu logo podría ser el inicio de una larga relación con tus clientes y quizás hasta con la historia del diseño.