El trabajo puede ser mundano, pero seguro que no quisieran ser una mesa, una lámpara o un perchero toda la vida.

En el galardonado cortometraje de animación de Santiago “Bou” Grasso,nos da una visión de una realidad alterna, tal vez distópica, donde la tecnología es remplazada por los empleados.

Titulado “El Empleo”, la película no tiene diálogo, permitiendo que las escenas, las acciones y los sonidos cotidianos hablen por sí mismos.

En escena se ve a un hombre cansado a medida que va sobre su rutina diaria de trabajo, lo cual es ordinario, pero todo da un giro inesperado.

El corto extraño es increíblemente estimulante, probándonos para cuestionar nuestros roles en la sociedad, mientras que ejemplifica la monotonía de la vida laboral.

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