Inspirada en la primera mitad de la fila superior de un teclado, el artista Pablo Gamboa Santos desarrolló una serie de 300 dibujos, titulados Qwerty. Las ilustraciones suman un largo de 200 pies de largo.
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Él utilizó una máquina de escribir para crear capas de cartas que interactúan directamente con sus ilustraciones detalladas y funcionan como el agua o la tierra en función de la escena que se presente.
Presentado en el Centro de Arte Contemporáneo de Quito el pasado otoño, la instalación consistió en cientos de páginas dispuestas en una fila a lo largo de la pared. Las láminas que se conectaban produjeron una escena de enclavamiento, una sola obra que abarca casi 200 pies(60 metros), alrededor de la habitación .
De oscuro en la parte superior a más claro en la parte inferior, el alfabeto fue usado como un revoltijo de letras en lugar de organizar las palabras para que tuvieran un sentido.
Al respecto el artista comenta: “Es en este hábitat donde los seres y símbolos gráficos asociados construyen narrativas para contar historias, hechos de informes, narrar triunfos o tragedias, o simplemente estar presente o ausente Todo esto sucede al mismo tiempo, como en la “realidad”. Un mundo donde todo sucede en una vez “, explica el mismo Santos.
