La imaginación y la creatividad visual a veces transita por caminos incomprensibles que poseen un desagradable tufo a fraude… o estupidez.
Una fritura de la línea Cheetos fue puesta a la venta en el portal de subastas eBbay y alcanzó la suma de 99 mil 900 dólares.
La peculiaridad de la fritura, que arrancó con un precio de 11.99 dólares a finales de enero, es que su forma evoca a la figura del famoso gorila Harrambe, que en mayo de 2016 fue sacrificado por guardias del zoológico de Cincinnati que se vieron obligados a tal acción porque en el espacio que habitaba el animal dentro del parque cayó accidentalmente un menor de edad.
El hecho, que conmociono a muchas personas, logró que este primate con triste muerte alcanzara gran fama. Ciertamente la fritura tiene una semejanza con la efigie de Harrambe, pero el precio alcanzado sólo exhibe a lo que se es capaz de llegar la gente por absurdos ¿Objetos visuales?
Se pierde demasiado tiempo, energía, creatividad, talento y muchísimo dinero en compras de este tipo y en generar expectativas tan grandes es objetos que, francamente, no poseen ningún valor visual y no debería otorgársele.
La viralidad y el tener una gran presencia en los medios -en este caso los electrónicos- permite obtener beneficios que al final de cuentas se traducen en ganancias económicas y la venta de esta comida chatarra en tal precio lo deja en claro.
La creatividad, la comunicación y la expresión visual con valor -que existe, en gran cantidad y en todas partes) son aspectos que merecen audiencias más sensatas y tener presencia en los espacios que se están destinando a estas frituras de harina de maíz.
