Ergonomía, protección, calidad, bajo costo y, principalmente, un poderoso diseño atractivo son los requisitos que todo packaging tiene, pero ¿cómo se puede alcanzar la perfección y conjunción de estas cualidades? A partir de tres ejes fundamentales que se enumeran a continuación.

1. La esencia del producto
Para planificar un diseño de packaging exitoso es necesario, como primer paso, determinar las generalidades que están alrededor del producto que se va a envolver: las carcaterísticas generales del producto y el material que le va mejor para su protección. Por otra parte, se debe identificar con claridad al público consumidor, su rango edad, su capacidad adquisitiva, costumbres, gustos género, etcétera. Además, se necesita sostener la esencia del producto con congruencia hacia la marca. Los colores, tipografía y demás elementos de la identidad visual deberán, en la mayoría de los casos, tener relación cercana con la marca que produce los productos.

2. Diferenciarse de las competencia
En ocasiones existen firmas y productos cuyos diseños de packaging marcan tendencia y su competencia suele imitarles. Si bien no está nada mal tomar influencia del buen trabajo creativo que se lleva a cabo, sí resulta mejor hacer un esfuerzo creativo mayor para desmarcarse de los demás. Permancer actualizado en las últimos avances de la industria es una de las maneras de ofrecer algo siempre diferenmte y oportuno.

3.- Innovación y sustentabilidad
Y ya que hablamos de tendencias, una de las más importantes está en el uso de materiales reciclables, los cuales al ser reutilizados permiten permiten perpetuar a la marca y ofrecerla en algún nuevo uso. El uso de materiales reutilizables se generaliza al tiempo que se buscan materias primas que sean capaces de reintegrarse al ambiente sin generar daños mayores.