La fotografía monocromática fue superada hace muchísimos años, pero sus alcances creativos siguen cautivando a los ojos de sus espectadores y por ello no se han dejado de producir imágenes de esta naturaleza.
Además del aire nostáligico que pueden llegar a generar por tratarse de una técnica primigenia de la fotografía, las imágenes en blanco y negro potencian las cualidades estéticas de muchos proyectos gracias a los contrastes que generan y a la posibilidad de dar mayor énfasis, dramatismo o importancia a las tomas.
¿Quieres dominar la fotografía a color? Pon atención en los siguientes elementos visuales .
1. Líneas
Sin color resulta más sencillo sintetizar las formas sin distractores visuales, por lo que las líneas se vuelven más relevantes. Las líneas -horizontales, diagonales, verticales o curvas permiten guiar y dirigir la mirada del espectador hacia donde el fotógrafo lo desee.
2.- Texturas
Las texturas lucen con mayor contundencia gracias al constraste que el monocromo les confiere y estas son capaces de estimular la vista y evocar al tacto, lo mismo que brindar un efecto visual de volúmen y de orden visual. Telas, empedrados, maderas y muchos objetivos más permiten encuadrar texturas en beneficio de la fotografía en blanco u negro.
3.- Luces y sombras
Los contrastes que produce la luz propician la formación de sombras, las cuales generan imágenes que vale la pena encuadrar. Desde personas hasta objetos, pasando por espacios arquitectónicos, las sombras producen composiciones de gran interés y son capacaes de guiar la vista hacia el punto de mayor interés seleccionado por el fotógrafo o las mismas sombras pueden pueden protagonizar la imagen.
4.- Destellos y reflejos
La luz se refleja en espejos, en estanques de agua, en cristales, metales y otras superficies que permiten “crear” formas diversas en beneficio de las fotografías y una interesante ruptura de la simetría o del orden que la imágene yta tenía establoecida. Esta condición permite terminar con la montonía visual.
5.- Neblina y cielos nublados
La neblina y las nubes permiten con su blancura generar constrastes visuales que en blanco y negro pruducen un efecto de seda (en el caso de la niebla) que rompe con los demás objetos encuadrados.
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