Aunque la creatividad visual requiere de libertad en sus procesos para proyectar a cabalidad sus alcances, existen ciertos procedimientos que vale la pena seguir justamente en beneficio de un buen resultado.

A continuación, una breve guía con los pasos esenciales de un buen proceso de diseño o cualquier otra manifestación gráfica.

Define tus objetivos
Es necesario que para cualquier proyecto definas qué es lo que harás y establezcas para qué es necesario desarrollar el proyecto, así como las necesidades que serán cubiertas con esta creación.

Define a tu público
Y para tal producto, tiene que existir quién lo lo compre. Aprende a conocer al público potencial que será beneficiado con la existencia de tu objeto de diseño. Comprende sus necesidades y lo que estarían dispuestos a dar por obtener las ventajas de tu producto de diseño.

Define a tu mercado
Todo producto del diseño necesita insertarse en un mercado específico y para adentrarte en él es necesario que lo conozcas

Delinea tu objeto de diseño
Establecidos los tres primeros principios, es posible iniciar la etapa de desarrollo y bocetaje, la labor propia de tu profesión, es donde tu creatividad se proyecta, ahora sí, con libertad.

Realiza pruebas
Si diseñaste un logotipo, muéstralo al cliente, si desarrollas un objeto de diseño industrial, realiza pruebas de funcionamiento, si se trata de una labor creativa, pide la opinión de expertos, pero nunca restes valor a las pruebas previas a la puesta en función de cualquier resultado de tu creatividad.