Estar al frente de un proyecto puede ser emocionante, motivador y un motivo de gran orgullo, pero también una responsabilidad mayúscula que tienes que asumir con mucha seriedad y la disposición de aprender cada y asumir un liderazgo verdadero. A continuación enumeramos nueve  acciones que debes realizar cuando seas la cabeza de un proyecto creativo.

1.- Aprende a delegar
Ser el jefe es saber hacer cada uno de los procesos que se desarrollan, pero no para que los ejecutes tú, sino para que sepas quién puede hacerlos mejor y lo delegues con toda confianza.

2.- No pierdas el foco del negocio
La visión estratégica se logra a partir de tener a tu alcance cada uno de los aspectos que relacionan al proyecto, de esta manera lograrás.

3.- No dejes que el estrés te agobie
El trabajo puede ser agobiante, pero como líder de un proyecto no puedes permitir que te invada, de lo contrario puedes llenarte de temores y caer en una inmovilidad muy nociva.

4.- Encuentra el mejor capital humano
Para que puedas confiar en tu capital humano, lo mejor es que lo selecciones tú, si eso no es posible, hazte acompañar de un buen reclutador.

5.- Toma enseñanza de todo lo que está a tu alrededor
Lo mejores lideres son los que están dispuestos a aprender cada día de las situaciones que ocurren a su alrededor. No te prives de la posibilidad de crecer.

6.- Aprende a improvisar
El liderazgo implica tener que tomar decisiones que muchas veces están fuera de tus planes o de tu guión cotidiano. No se llaman “bomberazos”, se le llama tener la capacidad de improvisar decisiones y ello se logra si tienes la suficiente organización.

7.- Sé motivador
El liderazgo se logra a partir de la capacidad de reconocer los logros de los miembros de un equipo e impulsarlos a seguir creciendo y aprendiendo. Hay que saber llamar la atención también cuando las cosas no salen bien, pero siempre buscando motivar el cambio y el avance en los objetivos creativos que existan.

8.- Privilegia la comunicación
No permitas que la comunicación en un equipo de trabajo se dé de manera vertical, promueve el diálogo y una actitud de puertas abiertas. Verás cómo aprendes tu, aprenden los miembros del equipo y el trabajo fluirá de mejor manera.

9.- Aprende a decir no
Así como hay que saber delegar, también hay que saber decir no a los proyectos que sabes que no podrás realizar, a las solicitudes más bien imposibles y a las peticiones de tu equipo que no se puedan llevar a la práctica. Es parte de forjar un carácter.