Uno de los objetos de creatividad visual por excelencia es el cuerpo humano, el cual a través de retratos y cualquier otra clase de propuestas visuales, forma parte protagónica en fotografías, esculturas, dibujos, pinturas, diseños, etcétera.
Emular las formas humanas precisa naturalidad y realismo, lo cual podría sonar sencillo para cualquiera que que se dedica al diseño, pero tiene su grado de dificultad. Además de las proporciones verosímiles que deben tener las propuestas visuales que describen a la anatomía humana, resulta esencial que la figura no se “deforme” por causa de la perspectiva o una mala elección en la pose… a menos que esa sea la intención.
Sin embargo, el arte admite la ruptura de reglas… las proporciones del cuerpo humano, que por lo general se calculan a razón de 7 1/2 veces la cabeza, se han visto transformadas en muchos ejemplos a lo largo de la historia del arte, sin que ello signifique que en la formación creativa siempre se trata de respetar la regla de siete cabezas y media para determinar la altura de un cuerpo humano.
Pero no es el arte el único terreno creativo en el que el cuerpo humano se prefiere más bien largo, el diseño de modas, que en sus modelos suele buscar proporciones un tanto distintas a las del grueso de la población, prefiere las piernas largas y cuerpos delgados.
Para dibujar y bocetar en el mundo de la moda, por ejemplo, la proporición crece a 8 1/2 veces el tamaño de la cabeza, y es por ello que este tipo de trabajos suele verse así.
