España.- Ya lo dice el refrán: “Renovarse o morir”. Pues bien, ahora, la firma de butano Repsol se ha puesto manos al asunto y ha decidido renovar su clásica bombona de butano naranja tras 58 años de vida. Así, la firma le dice adiós, apostando por un nuevo diseño más moderno y manejable e incluso, ha hecho uso de la tecnología e incorpora un chip NFC que permite identificar cada una de las bombonas. Y, también, a través de este chip, los clientes podrán acceder a promociones y ventajas.

Lo que preocupará a los clientes, será el precio, aunque lo cierto es que el precio del nuevo diseño de bombona está en consonancia con el precio de la bombona tradicional. El cliente, podrá, así, intercambiar la nueva bombona por la clásica sin ningún tipo de coste ni trámite. Y para adquirirla, sólo tendrán que acudir a las estaciones de servicio Repsol que han sido seleccionadas, aunque, la compañía también seguirá con su distribución original, repartiendo a domicilio.

Este nuevo diseño, se ha empezado a distribuir esta semana y, en el plazo de un año, ya estará disponible en toda la Península Ibérica y en Baleares. Todo ello, ha supuesto, para Repsol, una inversión de unos 90 millones de euros, para dar así servicio a los más de cinco millones de clientes que disfrutan de las bombonas de Repsol.

Esta no es la primera renovación de la bombona de butano que ha hecho Repsol, sino que en el año 2008, la petrolera ya lanzó al mercado una bombona de 6 kilos, que tuvo poca penetración comercial. Aunque sin duda, la apuesta de ahora, es la más fuerte que haya hecho Repsol para poder ofrecer al cliente una bombona práctica y adaptada a los nuevos tiempos.

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