Mientras que los productos de comida se centran fundamentalmente en el sabor, su apariencia a veces no juega un papel importante en la determinación de su atractivo.

Pero en esta ocasión un chocholate sí tiene una apariencia diferente, y de eso se encargó Adam Gill, diseñador que radica en Portland, Oregón, quien se dio a la tarea de diseñar el molde de la barra de la firma Beau Cacao.

Fue mucho más allá de producir un trabajo meramente satisfactorio al reinventar la barra de chocolate normal a una pieza de arte comestible, el patrón geométrico en 3D que adorna la superficie de la barra hace que sea un caramelo real y un hermoso caramelo para los ojos.

No es por exagerar, pero una barra puede ser apetecible para el gusto y la vista, porque el diseño del chocolate es encantador.