Es increíble diseñar, más aún cuando el cliente da la libertad de proponer sin tapujos. Es entonces cuando el diseñador se imagina perfectamente un folleto a 6 tintas, 4 dobleces, suaje especial, dos tipos de barnices y el papel más exótico del mundo (cuyo nombre no recuerda, pero seguramente el impresor sí). Ya tiene el texto, las fotos y se sabe de memoria el estilo porque lleva tiempo diseñando para él.

Del otro lado, el impresor se encuentra revisando sus correos matinales. Entre ellos el del diseñador, que a la letra dice: «Hola Juan, ¿me cotizas 5,000 folletos, 7 tintas, 2 barnices, con suaje especial?» Juan, El impresor comienza a sentir cómo su estómago entra en conflicto con el café que se está tomando. La información que ha recibido no se acerca ni siquiera a lo más mínimo de lo que necesita saber.

Lo que sigue es un viaje interminable de correos pidiendo información específica, y el diseñador que cree estar respondiendo correctamente. Entre cada correo hay horas de diferencia, por lo que una sola comunicación bien estructurada solicitando la producción del folleto se convierte en un desgastante ejercicio de tres o cuatro días.

Los diseñadores por lo general nos han enseñado a que nuestro proceso creativo es complejo, y muchas veces cuesta trabajo simplificar la información o llevarla a un terreno contundente, complicando las cosas más simples. Quizá este no es tu caso, quizá no provocas la ira del impresor cada vez que llega una solicitud, pero no siempre tratamos de ponernos en sus zapatos, sobre la manera en que preferiría estar recibiendo los datos para hacer una cotización.

UN BUEN MÉTODO DE COTIZACIÓN
Desde hace tiempo trabajo con una imprenta que me ha permitido establecer una comunicación efectiva, permitiéndome no tener que gastar teclazos de más sobre mi computadora y al mismo tiempo, a él le facilita la vida no tener que responder en un tono más rimbombante.

La forma en la cual estructuramos esta comunicación es:
“Hola Carlos ¿Me cotizas este proyecto… (aquí escribes algo personal sobre de qué trata, o si el cliente es hueso duro de roer)?”.

 

• PROYECTO: FOLLETO NAVIDEÑO (Siempre darle un título al proyecto, de esa forma no se presta a confusión).
• Tamaño final: 20 x 20 cm (El tamaño final se refiere al formato que tiene una vez con todos los dobleces y cortes).
• Tamaño extendido: 60 x 60 cm (con la combinación de tamaño final y extendido, el impresor puede entender perfectamente que trata de un folleto que se desdobla hacia los lados).
• Cantidad: 5,000 piezas.
• Tipo de impresión: offset.
• Tintas: 6×6 (significa que es selección de color CMYK por ambos lados, más un par de tintas directas).
• Tintas directas: Rojo 485C y amarillo 123C en frente y vuelta.
• Rebases: Si (quizá muchos no le den importancia, pero en serigrafía el costo se modifica dependiendo de esta opción).
• Barnices: barniz UV a registro.
• Terminados: 4 dobleces.
• Suajes: si.
• Papel: Couché brillante 200g.

De esta forma, estructurar nuestra cotización en forma de lista es mucho más claro, permite que no se escape ningún rubro, y el impresor agradecerá enormemente poder hacer su trabajo rápido y sin trabas.

Incluso, si quieres hacer el proceso aún menos doloroso, puedes elaborar una lista de todo lo que el impresor pueda requerir de información y solo llenas lo que necesites.

PROYECTO (en altas o bold)

• Tamaño final
• Tamaño extendido
• Tipo de impresión
• Tintas
• Tintas directas o especiales
• Papel
• Cantidad
• Barnices
• Suajes
• Dobleces
• Terminados
• Especificaciones especiales

Diseñador gráfico con maestría en diseño editorial por la Universidad Anáhuac y con cursos de Publishing en Stanford. Actualmente dirige MBA Estudio de Diseño, dedicado al diseño editorial, identidad y publicitario, además de realizar scounting y contratación de talento de diseño para diferentes empresas. Es profesor en la Universidad Anáhuac y la UVM. Le gusta la caligrafía, tipografía, la música y la tecnología.