Cualquier publicación impresa necesita una selección de tipografía que sea legible y que no canse la vista del lector.
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Llámese libro, gaceta, revista, folleto, periódico o cualquier material impreso, la selección de su fuente tipográfica es de gran importancia porque se trata de un contenido que necesita ser leído y comprendido por una audiencia. Si el lector no se siente cómodo con la fuente que se haya escogido, sencillamente cerrará la edición y se irá.
Para elegir una fuente adecuada hay varios factores que se deben tomar en cuenta: luminosidad del blanco del papel, ancho en las columnas, tamaño de los caracteres, espaciado entre los tipos, espacio entre líneas y color. En función de cada uno de estos factores de debe considerarse la selección de la fuente.
Las letras de estilo serif, por ejemplo se utilizan en textos extensos, como libros, periódicos y revistas porque brindan la ilusión de una línea a seguir a través de la lectura. Esto diferencia a las publicaciones impresas de las ediciones web, en las que son más utilizados los tipos san serif, esto con el objetivo de restar carga visual sobre la pantalla.
Para portadas y cubiertas los textos son mucho más breves y en estos casos es posible utilizar fuentes san serif y en general existe una mayor libertad de diseño y selección de fuentes.
Fuente: Mariana Eguaras
