Clientes demandantes, deadlines muy cortos y mucho más trabajo. Todas estas situaciones son el estrés de cada día de los diseñadores, pero no permitas que este tipo de cosas afecten a tu creatividad.
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1. Enfrenta la situación
No actúes como una avestruz, no te escondas de tus problemas escondiéndote. Si se trata de una situación financiera debes llegar a un acuerdo con tu cliente para que pague lo que debe. Si eres freelance o tienes una empresa debes responder a tu equipo.
2. Aprende nuevas habilidades
Aprender alguna nueve técnica de diseño no sólo te ayudará a enriquecer tu currículo y tus habilidades, sino que también sirve de distractor para que te olvides de estrés.
3. Aléjate de tu trabajo
El trabajo se queda en el lugar de trabajo. No te lleves el trabajo a tus círculos familiares ni de amistad. Debes saber separar cada cosa y disfruta de tu vida personal.
4. Adiós a la rutina
Los diseñadores que están a cargo de estudios o agencias de diseño suelen ser meticulosos y mantienen una rutina, pero debes entender que este tipo de horarios rutinarios pueden fastidiar tu día y dejar anclado el estrés en tu día. Cambia tus actividades.
La mejor terapia es decir NO
Pocas personas saben decir no, muchas no saben aceptarlo. Pero es necesario que sepas decir esas dos letras. No te sobrecargues de trabajo con el que no podrás.
