Mantener en buenas condiciones un espacio habitable garantiza que su valor no decrezca, sino que se conserve y hasta tenga la posibilidad de aumentar, dependiendo esto último del valor catastral que adquiera el terreno y demás factores además de la construcción misma.
A continuación, cinco puntos básicos del mantenimiento de inmuebles que cada año debe llevarse a la práctica.
Techos impermeabilizados
Normalmente una buena aplicación de impermeabilizante tiene varios años de vida útil, pero no está de más que se realice una inspección periódica de la superficie para corroborar que no se necesita mantenimiento.
Equipos de ventilación
Un equipo de aire acondicionado sin fugas u otros desperfectos garantiza que el clima se sienta como debe ser además de que ayuda a controlar el gasto energético, lo que se traduce en ahorros económicos y un montón de beneficios para el medio ambiente.
Ventanas, puertas y demás vanos
Con respecto a los sistemas de ventilación o calefacción, otra manera de evitar desperdicios de energía es que las ventanas, tragaluces y puertas se mantengan en buen estado, sin agujeros u espacios por donde se puede escapar el calor o el fresco. No está de más decir que vidrios y puertas deben estar en perfecto estado, lo mismo que mosquiteros, persianas, cortinas y demás elementos para estas partes de la casa.
Carpintería
La madera, como fibra natural que es, tiende al desgaste y por ello necesita mantenimiento constante por medio de lacas, barnices, pinturas y otro tipo de productos que le ayudan a conservar sus características principales por más tiempo.
Pintura
Un espacio limpio se logra si la puntura de sus muros y techos siempre está limpia también. Es conveniente que la pintura se conserve siempre en buenas condiciones, existen zonas de muchas ciudades donde se padece del graffiti y demás pintas sobre los muros exteriores. Lo ideal es seleccionar colores neutros que sean sencillos de mantener. Por ejemplo, una pintura blanca siempre permitirá cubrir daños sin que el muro quede disparejo en su color.
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