En cualquier terreno, y el de la creatividad visual no es la excepción, emprender es una actividad que requiere tanto compromiso como inteligencia y arrojo. Ello se puede traducir en ocho recomendaciones que se enlistan a continuación.

1.- Hay que tener vocación
Es necesario tener una personalidad arriesgada, la seguridad de querer desarrollar un proyecto duradero que te gusta y dejar el asunto de las ganancias económicas en un segundo plano. Si no se tienen estos principios, tampoco hay que preocuparse, se pueden desarrollar con el tiempo.

2.- Asociarse con inteligencia
Asociarse reduce costos, ayuda a repartir responsabilidades y a desarrollar un proyecto creativo con manos aliadas. Trata de encontrar la mayo cantidad de afinidades en cuanto a metas, estilo de trabajo y forma de a organizarte con las personas con loas que decidas emprender.

3.- Enfócate en tus productos creativos
Lo más importante de un proyecto de emprendedurismo es el producto que se pone en oferta, en él hay que centrar toda la atención: si desarrollas proyectos visuales por entrega, tienen que estar hechos con absoluta calidad y en tiempos. Toda la comunicación que elabores tiene que estar pensada también en función de ello.

4.- Los productos deben pensar en el cliente
Por su parte, los productos van a garantizar el éxito de tu proyecto si están elaborados en función de las necesidades de los clientes. La oferta que hagas debe centrarse en las necesidades del mercado y en ofrecer aquellas tendencias, estilos y gustos de cada sector al que te diriges.

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5.- No Demores demasiado
Arrancar un proyecto creativo por tu cuenta o en equipo puede postergarse por las dudas y miedos naturales de quien emprende. Si bien debes tener conciencia de cada paso que das, eso no significa que demores demasiado, mucho menos cuando lo que te frena resultan ser pretextos.

6.- Define tu papel en el proyecto
Es necesario que tanto tú como los miembros del equipo conozcan sus habilidades y sus propios alcances para que, con base en ello, definan los roles y papeles que van a jugar dentro del proyecto. Para evitar malos entendidos, es mejor establecer por escrito las actividades de cada quien.

7.- Sal por los clientes
Los clientes no llegan cuando se permanece quieto, por el contrario, muchos tendrían que haber surgido incluso desde antes de arrancar formalmente. Se obtienen con relaciones, a través de conocer gente y conversar con ella. Los clientes de origen son tan necesarios como cualquier entrada de dinero que hay que tener desde el el principio.

8.- Aprende de los errores
Si es tu primer intento, o segundo o tercero de emprender, habrás adquirido distintos niveles de experiencia. Te habrás dado cuenta que no es malo cambiar de opinión ni es conveniente derrotarse cuando surgen las primeras dificultades. No te des por vencido y aprende de cada experiencia que adquieras en tu camino emprendedor.

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