Diversos estudios demuestran que las tipografías son asociadas por la personas con ciertas actitudes como seriedad, alegría, elegancia, flexibilidad, y rudeza, claro que todo dependen del estilo.
Eso se logra cuando los profesionales del diseño organizan los elementos en aras de que el lector perciba cierta emociones casi sin darse cuenta, no pueden negar que sentimos ciertas cosas con algunos diseños y obras de arte.
Claro que para llegar al objetivo hay que seguir los mínimos estandares de legibilidad, para lograr transmitir la emoción que se persigue, a eso se le llama crear atmósferas textuales.
Detrás de la elección de cierta tipografía hay detrás hay preferencias estéticas, momentos sentimentales y hasta filosofía de vida, y no pueden negar que son fans de ciertos estilos.
Los expertos señalan que todo comunica y que con la tipografía se envía un mensaje indepentemente del texto escrito.
Recomiendan que cuando alguien va a crear un blog o una página web tome en cuenta la emoción que la letra transmite, para que concuerde con su personalidad.
Cualquier diseñador debe saber que no todas las fuentes tipográficas sirven para lo mismo, ni son propias para cada ocasión.
Algo importante que hay que tener en cuenta es que las tipografías serif son más aptas para productos impresos, y las sans serif para proyectos web.
