Hace unas horas, la tienda de ropa fundada por Amancio Ortega mostró su nueva identidad al mismo tiempo que lanzaba su campaña primavera-verano 2019. Es la tercera vez que el logo de Zara se modifica desde su fundación en 1975. El primer rediseño se realizó en 2011, tras 36 años de mantener estático el logotipo.

El nuevo logotipo consiste, de igual manera que los anteriores, en el nombre de la compañía en una tipografía serif pero ésta vez en negrita para generar un mayor impacto visual y fuerza a la marca, así como dotarla de dinamismo al no usar exclusivamente el color negro y utilizar otras tonalidades más vivaces. A diferencia del diseño del 2011 que tenía la intención de agregarle sencillez y minimalismo, éste busca ser llamativo e ir en contra de las tendencias actuales en el mundo de la moda.

La cuestión es que la intención es buena, pero el producto no lo logra completamente, aunque cumple con la meta de captar la atención, en la opinión general se habla de que las letras al estar demasiado juntas y entrelazadas -como si recortaran el espaciado-  crea una confusión al leer el logotipo y se podría entender como “ZABA”.


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Incluso realizan comparaciones de la nueva tipografía utilizada por Zara y la de la revista Harper’s Bazaar.

Sin duda alguna, el logotipo de Zara se distingue por su aspecto minimalista, sencillo y eficaz; en ésta ocasión aún no se establece si cumple o no el objetivo de identificar a la marca, tendremos que esperar a ver si los consumidores se adaptan al nuevo diseño sin perder el compromiso con la marca. ¿A ti qué te parece?