Cuando iba en la escuela, todo el mundo se refería a los colores con descripciones alegres, el azul podía ser color cielo o marino, el verde pasto o militar y además de turquesa, carmín o amarillo canario.

Encontrar la nomenclatura exacta para color es un verdadero conflicto, especialmente si partimos del hecho que el color es uno de los elementos de diseño más inestables, porque influyen factores, desde la superficie en la que está impregnado hasta la hora del día en que los vemos.

Realmente Pantone no fue la primera empresa que se preocupó por entender los colores. En 1692 hubo un artista conocido solo como A. Boogert que creó un catálogo de 800 páginas con muestras de color, así como la forma de obtenerlos. Muy parecido a lo que hoy vemos en los catálogos de Pantone, solo que sin la posibilidad de hacer reproducciones, por lo que una sola copia de ello no bastó para posicionarse como un referente en la industria del color.

colors-1

colors-2

colors-5

Fue hasta 1963 que Pantone publicó por primera vez una guía de color; la idea de nombrarlos con base en una nomenclatura numérica fue muy bien acogida, especialmente por la industria de la impresión, que batallaban constantemente con estandarizar los tonos en los colores de sus clientes. Aún con sus objetables limitantes —como la gran variedad de sustratos en los cuales los colores tienen variaciones—, llegó a crear un estándar que siguió con la inclusión de tonalidades más exactas en identidades gráficas, como logos o impresiones de alta calidad.

pantone

Sin embargo, este nuevo lenguaje se limitaba únicamente a las artes gráficas, muy pocas personas fuera de este ámbito reconocían los «Colores Pantone», hasta que la empresa le dio un giro inesperado: comenzar a comercializar con su sistema de color: empezó con tomar el diseño de sus chips: el color en la parte superior, con una franja blanca debajo, que contenía el número de color. Este mismo diseño lo convirtió en su firma y lo trasladó a artículos de uso común, comenzando con las tazas, seguido de algunos productos aislados y sin una lógica coherente, como lentes y cepillos de dientes (¿?) Hoy los vemos en la cocina con manteles, charolas para sushi y contenedores; en nuestras oficinas, con charolas portaobjetos y estuches para tarjetas de presentación, en nuestro jardín con sillas y mesas plegables, en las fundas de los teléfonos, en bancos, maletas, ganchos de ropa y finalmente con su propio hotel.

google search pantone

El sistema de número se extendió al mismo tiempo sobre superficies más allá del papel, como telas y el mundo de la moda, en los que encontró otro terreno de expansión en un nuevo sistema que lo posicionó al grado de poder pregonar un color cada año, el cual se usa especialmente en el mundo de la belleza, con productos cosméticos en esas tonalidades.

De esta forma Pantone desborda su personalidad hacia el lenguaje común. Hoy todos conocen Pantone y lo mejor, lo ven como un objeto de diseño llevado al mundo común, un pedacito alegre del lenguaje coloquial de nuestra profesión.

Design Lifer
Diseñador gráfico con maestría en diseño editorial por la Universidad Anáhuac y con cursos de Publishing en Stanford. Actualmente dirige MBA Estudio de Diseño, dedicado al diseño editorial, identidad y publicitario, además de realizar scounting y contratación de talento de diseño para diferentes empresas. Es profesor en la Universidad Anáhuac y la UVM. Le gusta la caligrafía, tipografía, la música y la tecnología.