El estilo gráfico informacional de baja resolución fue durante muchos años la única alternativa de visualización de elementos a través de las pantallas de computadoras, videojuegos, programas de edición de textos, calculadoras, sumadoras y demás funciones sólo aspiraban a esta calidad de imagen.

Con el tiempo, la calidad de las imágenes mejoró y el estilo de los pixeles se quedó como un simple recuerdo que ahora ha retomado fuerza como parte de las tendencias creativas que están disponibles. Así, elementos visuales que bien podrían observarse con excelente resolución prefieren cuadricularse y evocar al pasado tecnológico que reinó en los años setentas, ochentas y noventas.

Un ejemplo de ello se puede ver en la serie Legendary Pixels, en donde la creativa visual polaca Karol Szulc coloca diferentes personajes representativos de la cultura pop y los traslada a estas formas, observa el trabajo realizado y descubre por qué al pixel art se le puede llegar a considerar a un estilo o tendencia en toda la extensión de la palabra.