Nadie es perfecto y ni el más experimentado de los creativos visuales está excento de cometer una equivocación. Tener errores no tiene que ser un sinónimo de mediocridad, siempre que se tenga la capacidad de admitirlos, aprender de ellos y desarrollar nuevas ideas a partir de esta conciencia.

A continaución se enumeran otras cinco bondades de admitir tus fallas dentro de tu actividad creativa:

1.- Se logra empatía con colegas, clientes y otro tipo de interlocutores, quienes pueden valorar las actitiudes de humildad y sinceridad de aquellas personas que saber reconcer sus errores.

2. Se desarrolla una capacidad de autoconocimiento que permite conocer los límites, cualidades y debilidades creativas, lo que puede colocarte en un ámbito más competitivo.

3.- Se evita caer en situaciones de estrés constante porque quien conoce sus limites y sus alcances no deja nada a la especulación su agenda y sus logros profesionales, sino que logra anticiparse correctamente a ellos.

4.- Se desarrolla el temple necesario para saber cómo actuar en caso de cualquier contingencia o urgencia creativa que pudiera surgir.

5.- Las situaciones adversas no se toman a pecho, sino que se aceptan como problemáticas cuya solución no depende de nostros, sino de una serie de factores que se conjuntan.

Hay quien dice que no se cometen errores cuando no se corren riesgos, si dominas un área creativa a la perfección seguramente no tienes fallos, pero tal vez ya estás colocado en una zona de confort. Busca nuevos horizontes creativos, equivócate y aprende de tus errores para dioversificar tus alcances creativos… verás qué conveniente te puede resultar.