En la Ciudad de México sigue causando problemas la entrada en vigor del nuevo reglamento de tránsito y esta vez las dificultades han alcanzado a un objeto de diseño urbano esencial: la señalética que indica las nuevas restricciones y disposiciones viales.

En las vialidades de la capital mexicana ahora es posible observar nuevas señales en el mobiliario urbano para indicar que está en operación la infraestructura tecnológica y óptica para la realización de fotomultas así como recordatorios acerca de las conductas correctas al conducir.

Pero resulta que las señales colocadas incumplen con las reglas que a nivel federal se han dispuesto para homogenizar el diseño, dimensiones y formas de cada lámina informativa pensada para comunicar a las personas acerca de la manera en que se deben conducir.

De hecho, desde diciembre pasado ya había existido una diferendo entre la Secretaría de Comunicaiones y Transportes, o sea, el ministerio nacional encargado de regular el diseño de la señalética urbana en todo México, y la Secretaría de Movilidad local en la Ciudad de México.

Algunas de las diferencias consisten en que en la Ciudad de México se han colocado láminas redondas cuando en el resto del país son, por norma, rectangulares; en las señales de límite de velocidad.

Por citar otro ejemplo, la exigencia es utilizar la palabra MAX y en las señales capitalinas sólo se indica la numeración… tales omisiones pueden resultar confusas y generar hasta accidentes

Aún así, ya fueron colocadas unas 18 mil 264 señales viales por un costo de costó 71 millones de pesos (cerca de un 900 mil dólares al tipo de cambio actual), que será pagado del bolsillo de los contribuyentes.

Con este error, tal parece que quien merece multa es la administración comandada por Miguel Ángel Mancera.

La importancia de homogenizar la señalética urbana

Según indican los especialistas, la importancia de homogenizar la señalética en las ciudades va más allá de si se ven bonitas o no sus diseños.

Se trata de educar la vista de las personas para que se habitúen a ciertas señales que comunican mensajes muy concretos, los cuales, en la medida en que sean iguales en todas partes, tendrán una mayor efectividad comunicativa.