Toda empresa u organización que se precie de ser seria y formal necesita poseer una identidad visual con estándares mínimos de calidad y profesionalismo y eso explica por qué muchos optan por acudir con empresa creativas establecidas que poseen cierto grado de prestigio.

Tu misión como creativo visual, por lo tanto, consiste en entender esos parámetros de calidad que se aplican en los ambientes creativos formales y ofrecer a tu clientela calidad visual tanto en el diseño de logotipos como en el proceso de branding completo, sin importar si se trata de una empresa pequeña o una de mayor tamaño.

Si no has podido concretar el éxito creativo que deseas cuando elaboras logotipos, tal vez sea porque cometes las siguientes equivocaciones.

  • El cliente tiene ya una idea prestablecida e insiste en que a partir de ahí la desarrolles tú.
  • Realizas el trabajo para un amigo o un familiar y no le das la debida importancia ni cobras la cantidad que deberías pedir.
  • Utilizas plantillas predeterminadas.
  • Las imágenes las tomas de un banco de imágenes en stock.
  • No optas por un diseño vectorial, sino que que conservas una misma resolución, la cual, por más grande que sea, puede meter al cliente en problemas si desea escalar sus dimensiones.
  • Usar varias fuentes tipográficas de manera indiscriminada y sin un orden visual. O tal vez la selección que hiciste no era la indicada.
  • Copiar o plagiar, que nunca será lo mismo que inspirarse en el trabajo de otros creativos. ¿Recuerdas el penoso caso del logo de los Juegos Olímpicos de Tokio, por ejemplo?

Si caes en alguno de estos errores, el primer paso consiste en saber reconocerlos y después erradicarlos.