La dictadura de Porfirio Díaz —acontecida a finales del siglo XIX y principios del XX— es uno de los periodos más criticados de la historia de México, pero nadie puede negar que la belleza en las artes floreció como nuca.
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El Porfiriato, como se le conoce al periodo en el que gobernó el presidente de origen oaxaqueño, fue uno de los más duros para México pues la pobreza y represión predominó en aquellos años.
Sin embargo, Porfirio Díaz dio un gran impulso para que se construyeran grandes obras como el Palacio Postal, el Palacio de las Bellas Artes o el Congreso de la República, que quedó inconcluso y tiempo después se convirtió en el Monumento a la Revolución.
Precisamente esa esa época, en la que México se enamoró de las formas francesas por el gusto obsesivo de Díaz, fue la inspiración para que el diseñador tapatío Ismael Fino creara una tipografía.
De acuerdo con Fino, la tipografía se caracteriza por su estructura serif que muestra la belleza mexicana, la cual crea una apariencia nostálgica y “captura el corazón”.
El trabajo del artista tapatio es simplemente hermoso, pues la tipografía enamora a quien la ve y más con las imágenes que lo acompañan.
