La inauguración del edificio de la Fundación Louis Vuitton abrió de nueva cuenta el debate sobre la relación entre las marcas, la moda y el arte, pues la constante colaboración entre ellas ha derivado en el llamado artketing.
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Lo que comenzó como una colaboración entre los artistas y las marcas, ahora se ha convertido en una tendencia que va en aumento, de una estrategia de venta para el mercado de lujo.
El artketing une a la marca y al arte, pero parece que sólo se trata de un nuevo término a una relación casi existente desde hace años, pues en tiempos remotos los artistas tenían mecenas, es decir, aquellas personas que patrocinaban a los artistas para desarrollar su obra.
Ahora, los dueños de las grandes corporaciones patrocinan la obra de los artistas, diseñadores y arquitectos, sino que también comercian masivamente con su trabajo, pues el fin de todo esto es obtener una ganancia.
Así, el artketing consiste en la apropiación y reutilización del arte por parte de las marcas. El caso más reciente son las colaboraciones de seis creativos para Louis Vuitton.
Esta tendencia da a la marca un anclaje cultural y una dimensión aspiracional fuerte, permite a las marcas aumentar dramáticamente su visibilidad y atractivo.
El artketing no sólo es una cuestión estratégica, sino un factor diferenciador, esencial en un entorno que es altamente competitivo y saturado.
