El arte culinario puede llevarte a pecar deliciosamente o subirte al cielo, pero degustar los platillos que sirven en el restaurante The Jane seguramente te harán sentir estar en el cielo y al infierno al mismo tiempo, no sólo por los alimentos sino por el mítico lugar en que se encuentra.
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Transfigurar un espacio es todo un ejercicio artístico y es precisamente lo que logró la firma holandesa Piet Boon, al transformar un espacio que alguna vez fue sagrado en un lugar donde ahora se le rinde culto a la comida.
Los expertos de Piet Boon pensaron en la autenticidad, la funcionalidad y los materiales a usar para restaurar la capilla y preservar algunos de sus elementos originales. De esa manera, convirtieron la nave principal en el comedor, en el que pueden estar hasta 65 comensales.
La cocina, como lugar sagrado, quedó ubicada en el mejor lugar, lo que alguna vez fue el altar de la iglesia, rodeada de un muro de vidrio. Pero el lugar también lleva a sus clientes a la euforia al ubicar un bar en la planta superior.
Ubicado en Ámberes, The Jane es un espacio único, refinado, elegante e insólito, pues sus vitrales con temas religiosos han sido modificados con un diseño casi surrealista en el que puedes encontrar demonios, a Jesús en la cruz, conos de helado, pingüinos, máscaras de gases, pasteles de cumpleaños entre otros motivos.
Además de sus vitrales, The Jane cuenta con una majestuosa lámpara de araña al centro del restaurante que contribuye a acentuar el ambiente de divinidad del lugar.
El diseño creado por el estudio Piet Boon es maravilloso, al grado de que realmente puede hacerte sentir estar en el cielo y al mismo tiempo pecar con tanto deleite visual y artístico.
