Hace años, tuve el privilegio de estar en una conferencia de uno de los mejores diseñadores que ha tenido Japón: Ikko Tanaka. Como sería en japonés, el uso de traductor era forzoso. Ya entrados en la plática, Tanaka contó un chiste sobre la marcha, solo que la traductora no lo captó en primera instancia, así que nos pidió toda apurada a la audiencia que por favor nos riéramos.

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Hubiera sido ideal saber japonés para poder habernos reído de su chiste y no de la fallida traducción, pero dudo que una parte significativa de la población considere el japonés tan relevante como segunda lengua. Si hacemos un recuento sobre cuáles son los más importantes que podemos aprender, sin duda alguna el inglés estaría en la cima de la lista.

La razón, equivocadamente a lo que muchos confunden como una subyugación norteamericana, tiene más que ver con la institucionalización de un idioma universal. Lo vemos como idioma oficial en algunas instituciones globales como Naciones Unidas, el Comité Olímpico Internacional o la FIFA (que también tienen al francés como oficial). Es curioso que organismos como la UEFA (La Federación Europea de Futbol), instituya el inglés como idioma oficial aún y cuando solamente Inglaterra lo habla.

Como diseñador, el inglés es de vital importancia para cosas tan sencillas como usar programas o leer artículos y libros de interés. Es realmente triste que las mejores conferencias y eventos nacionales tengan que circunscribirse a oradores que tengan que hacerlo en español. Y no quiero decir con esto que los diseñadores latinos no tengan el nivel requerido o que sean pocos, pero la oportunidad de escuchar a personajes de quienes podamos aprender queda trunca y reducida a un universo cerrado.

Es impresionante el porcentaje de mexicanos que solamente saben español. Se entiende que en una sociedad como la nuestra, que no es tan cosmopolita, el aprender un segundo idioma puede limitarse a escuchar películas sin leer los subtítulos o entender le letra de nuestras canciones favoritas. Precisamente el no estar abiertos a la posibilidad nos limita a ello, sin tener la necesidad de ver un mundo tan amplio y diferente.

Un argumento muy común —que más bien suena a excusa—, es que el inglés es como someterse a la cultura occidental, norteamericana, para ser más específicos, pero más bien funciona como un hub donde confluyen las culturas para entenderse entre sí. De ahí vemos que grandes diseñadores como Erik Spiekermann, Alejandro Paul o Matteo Bologna, que tienen un idioma nativo diferente al inglés, den sus conferencias en inglés, siendo mucho más benéfico que limitarse a hablar solo alemán, español o italiano respectivamente.

No pierdas la oportunidad de aprender inglés, de ampliar el panorama más allá de lo que el español da.

Diseñador gráfico con maestría en diseño editorial por la Universidad Anáhuac y con cursos de Publishing en Stanford. Actualmente dirige MBA Estudio de Diseño, dedicado al diseño editorial, identidad y publicitario, además de realizar scounting y contratación de talento de diseño para diferentes empresas. Es profesor en la Universidad Anáhuac y la UVM. Le gusta la caligrafía, tipografía, la música y la tecnología.