Con la temporada navideña, los colores metálicos hacen su aparición por doquier, pero si te dedicas al diseño de packaging debes saber que las tonalidades metálicas no siempre deben emplearse, pues tienen algunas dificultades.

En el caso del dorado suele estar relacionado con el lujo, los productos exclusivos y de alta calidad. Si se trata de una edición especial del producto normal, usar el dorado como una opción de distinguir de entre la misma línea es una buena opción.

Usarlo para ediciones que sólo salen en temporada navideña, es otra buena alternativa. Sólo que no hay que olvidar que se pueden agregar otros colores para matizar, ya que el dorado por si sólo puede aburrir y si tiene un mal diseño, esto puede afectar al branding de la marca.

El rojo puede añadirle un poco de excitación al diseño y hará resaltar mucho al dorado. Otra tonalidad que tampoco debe usarse muy frecuentemente es la plateada, por las mismas razones. Pero se puede acentuar con negro o con azul y le puede dar una vista más sofisticada, sin ser aburrido, pues hay que recordar que su base es el gris.

Un ejemplo de un buen uso de los colores metálicos es la marca Ferrero Rocher, que usa básicamente el dorado para la envoltura de su producto y el cual está matizado con café. En época navideña, como sucedió el año pasado creó un packaging de edición especial, el cual utilizó tonalidades más obscuras del diseño para hacer un empaque inolvidable.

Labis design

 

Ferrero Rocher diseñado por Labis Design.

Un ejemplo que es contrario en cuanto al uso del dorado, es el empaque creado por Rice Creative, el cual más bien usa al negro como base para el packaging, mientras que el dorado es usado para dar matices y contrastes. El resultado es igual un diseño sofisticado.

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Marou Chocolate, Heart of Darkness diseñado por Rice Creative.