Las técnicas de mercadeo dirigidas a la neurociencia son una forma muy efectiva de estimular a los clientes, lo que en un principio se creía algo imposible y “desleal” (pues se trataba de una manipulación) ahora se convirtió en una rama esencial para crear proyectos exitosos. La disociación de la luz y cómo es percibida por nuestro cerebro es una de los estudios constantes de esta técnica, el significado de los colores según el Neuromarketing nos ayudó a crear emociones a favor de cada proyecto, y obtener resultados más “controlados”.

Quizá te interese: Neuromarketing en los carteles del cine: Bohemian Rhapsody.

Por ello a continuación te presentamos las asociaciones más comunes de las emociones con las distintas tonalidades de los colores:

Rojo:

Tal vez este color sea el que tiene “más fama” sobre su uso, y es que dicha tonalidad eleva el ritmo cardíaco en las personas, lo que genera múltiples reacciones como el aumento del apetito, la aceleración y excitación en general, ver este color nos provoca un “rush” de adrenalina, aunque evidentemente esto puede tener efectos negativos si se usa en exceso, pues puede provocar irritabilidad o discusiones sin fin.

Verde:

El cerebro percibe mejor los colores en combinaciones que aislado, y el verde se convirtió en una excelente opción para contrastarse con otro. Esta tonalidad siempre se asocia con la naturaleza, la vida, la salud y la tranquilidad, por lo que al unirlo a otro tendrás el efecto de ese pero sin alterar demasiado el sistema, es como una pequeña trampa de “seguridad”.

Además de los usos “ecológicos” que se tiene del verde, se puede asociar con el dinero y la opulencia de manera simbólica, por lo que también tiene un uso totalmente diferente al anterior.

Azul:

De acuerdo al neuromarketing, el color azul nos recuerda al cielo, mar, libertad, autonomía y la calma, esto nos lleva a asociarlo automáticamente con la seguridad y la confianza. Estos valores se volvieron excelentes para reflejar en compañías como los bancos, aseguradoras, las redes sociales e incluso las empresas de tecnología; el azul se utiliza como un anuncio de que es fiable.

Morado:

Es un color interesante por su disparidad de significado, usualmente es conocido en el neuromarketing como un color que ayuda a solucionar los problemas por excelencia, que proyecta lujo y sofisticación, por lo que se usa en marcas que quieren transmitir elegancia, tradición, etcétera; pero si se sobrecarga, éste podría ensombrecerse y transformarse en algo misterioso u oculto.

Amarillo:

Este color “alegre” libera en nuestro cerebro la serotonina que activa nuestra creatividad y sensación de felicidad, esto aunado a su luminosidad y brillo, lo hace un color excelente para activar a las personas (guiándolas a una reacción), pero al igual que el rojo, puede crear una sobresaturación que según en los expertos genera envidia y celos.

Naranja:

El naranja tiene un efecto sobre la oxigenación, es decir que agrega un “nuevo aire” a las cosas, por lo que sirve como un tono para alterar pero de una forma dinámica y divertida, está dirigido a un público con mucha energía que pueda absorber esa bocanada de ánimo.

Rosa:

Activo como el rojo, pero delicado, el rosa se asocia al amor pero de una forma menos efusiva, es más dirigido a la amistad y confraternidad, además de que está relacionado a la feminidad por su uso histórico. Los tonos pasteles son suaves y tiernos, pero también se puede trabajar con los vibrantes y brillosos como el fucsia, los cuales le dan más energía y vida al color.

Negro:

La neutralidad de este color lo hace predilecto para muchos objetivos, al mismo tiempo que refleja elegancia, lujo, control e incluso poder; el contraste de otro color con éste puede potencializar al máximo el efecto.

Blanco:

El blanco se asocia fácilmente a la pureza, por lo que es predilecto para propuestas que necesitan confianza, pulcritud, simplicidad o que simplemente la luz se refleje en éstas.