Soy incapaz de escuchar hablar en inglés y entender que se está diciendo rápidamente, pero en este caso el cantante hace mucho hincapié en tratar de que lo escuche, repite reiteradas veces algo así como incomunicado, seguro está queriendo llamar mi atención. Pasó mucho tiempo para que me decidiera a saber que me quería decir Marillion desde su tema Incomunicado, digamos unos diecisiete años. ¿Pasó mucho tiempo? O el tiempo no pasó y es solo que puse pausa para darme el lugar y decidir hoy poner el play que me devele que me querían contar.
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Vamos por la letra, voy por lo que la red me ofrece, tomo partido por la acción irresponsable de no chequear si está bien o mal su traducción, simplemente me lanzo al vacío y voy.
Estaría realmente encantado si pudiera recordar tu nombre.
Pero tengo problemas de la memoria desde que tengo un ganador en el juego de la fama.
Soy un ciudadano de Legoland Travellin en régimen de incomunicación.
Y me importa un bledo para los aficionados de la calle Fleet.
Pero no quiero ser la entrevista backpage.
No quiero anonimato de lavandería.
Quiero que mis huellas en el cemento en Sunset Boulevard.
Un muñeco de Tussauds verás.
En régimen de incomunicación, en régimen de incomunicación, en régimen de incomunicación, en régimen de incomunicación
Soy un veterano de la carpa, una celebridad de bonafide multimedia.
Tengo alergia a Perrier, luz del día y responsabilidad.
Soy un Vaquero Cowboy-tootin, Peter Pan, la credibilidad callejera.
Siempre tomando el punto con la fraternidad de la patrulla del amanecer.
A veces parece que he estado aquí antes.
Cuando oigo la oportunidad de patear mi puerta.
Llámalo sincronicidad, lo deja vu.
Acabo de poner mi fe en el destino, es la forma en que elijo.
Pero no quiero ser una lata atada.
Para el tope de una limusina de la boda.
O que residen actualmente en el archivo “Dónde están ahora”.
Un toupet en la escena del cabaret.
Quiero hacer anuncios para las tarjetas American Express.
Programas de entrevistas en la televisión de horario estelar.
Una villa en Francia, mi propia coctelería.
Y eso es donde vas a encontrarme.
En régimen de incomunicación, en régimen de incomunicación, en régimen de incomunicación, en régimen de incomunicación.
A veces parece que he estado aquí antes.
Cuando oigo la oportunidad de patear mi puerta.
Llámalo sincronicidad, lo deja vu.
Acabo de poner mi fe en el destino, es la forma en que elijo.
En régimen de incomunicación, en régimen de incomunicación, en régimen de incomunicación, en régimen de incomunicación.
Es la única manera.
En régimen de incomunicación, en régimen de incomunicación, en régimen de incomunicación, en régimen de incomunicación.
La poesía pendular e incómoda de este tema de tiempos previos al dos mil podría ser el presagio de lo que hoy estamos viviendo o no, pero en tal caso yo encuentro algo interesante en esa disfunción de querer y no querer de cada verso. Algo del espacio incómodo de época para los que somos nativos análogos convertidos en inmigrantes digitales, ese que nos impone cada día más la mirada con matices y asumirnos contradictorios a cada minuto.
#youtubers #mediasfest #influencers #nuevosparadigmas
Pongan ustedes el título que quieran, la verdad y lo que nos reúne detrás de estas líneas es que El Rubius llegó a la Argentina.
¿Y…? ¿Quién es este tal…? Las siguientes preguntas no vienen de un dinosaurio de la prehistoria sino por el contrario provienen de una chica casi par porque para los tiempos que corren, aún está en su proceso de adolescencia aunque ya haya pasado sus veinte años.
El arribo de este grupete de youtubers a la Argentina nos despertó y despabiló la neurona a todos y más aún a los creídos con ciertos saberes en pos de la comunicación. Primero entendamos que esto es mucho más que una moda de adolescentes histéricos, podemos pensar que acá hay un paradigma de la forma de comunicar, de formato de canales que ya cambió aunque lo subestimemos o hasta desestimemos.
Rescato estas líneas del muro de Edgardo Augusto Maidana que entiendo inteligentemente nos llama e invita a la idea de pensar y analizar antes de oponernos deliberadamente al concepto por la simple razón de nuestra diferencia generacional. Simplemente con pronunciarnos y decir que esto es una porquería vacía de contenido como todos los jóvenes de hoy y bla, bla, bla nos excusaría de mayores problemas y ya.
Entre los comentarios surgen ejemplos que dan cuenta que ya han sufrido una evolución estos nuevos personajes llamados influencers pero al leerlos parecen que sucedieron en el siglo pasado y muy por el contrario son fenómenos producidos dentro de los últimos cinco años.
Este me parece muy notable y muestra de manera clara lo que hablamos muchas veces del tiempo pasado, presente y futuro “Se nota la tendencia hacia lo multimedial. En 2008, las stars eran Cumbio, Coqui y el resto de floggers que posteaban su foto diaria. Hoy no podría funcionar un canal estático como el Fotolog, ¿o sí?”
Soy comunicador, ¿lo soy?
O estaré incomunicado en mi incapacidad de interpretar el régimen de incomunicación. Gonzalo Bases le aporta al debate de opiniones un comentario interesante “Ahora, respecto de los contenidos creo que es producto de una generación que culturalmente es distinta a las anteriores, que a la vez es incapaz de decodificar mensajes no lineales o abstractos. De ahí que un estímulo directo, de bajo nivel de codificación tenga tanta aceptación.”
Podemos entonces considerar que el nuevo paradigma de un star se encuentra en estos seres que supieron decodificar de manera natural el modo de comunicación que se estaba esperando y por eso son justos merecedores del grito de la turbe, pero por otro lado tampoco podemos saber si éste era el premio que ellos esperaban al producir el disparo al vacío.
Son el producto de un simple deseo sin plan, algo que a nosotros los de la generación bisagra nos cuesta digerir motivados por nuestra arquitectura análoga. Debo reconocer que ponemos mucho empeño en tratar de entender pero se nos hace muy abstracto el mundo cuando estamos frente a un hacer sin el afán de recompensa, de cara al solo hecho de hacer lo que te hace feliz o lo que te sale y que ahí simplemente está el premio.
Que lejos y formal parece el NO FUTURE punk frente a este estado de un simple ES que no sufre rozamiento de sus partículas con el aire. No se le ven las heridas, no sufren por el mañana y hasta podemos creer que han superado la idea de saber que vamos a morir.
Nos preguntamos, cargamos la angustia como bandera al vernos incomunicados. Es natural que en nuestro rol de adultos nos opongamos al gusto del joven entendiéndonos garantes de lo que es bueno pero acá hay algo más bajo el régimen de incomunicación, una señal que nos dice que debemos ser generosos de criterio, cosa muy distinta que ser amplios. Porque entender que no existe el mañana no nos será una tarea simple y quizás como dice la canción debemos acabar poniendo nuestra fe en el destino y no en nuestras viejas y conocidas ideas.
