Una de las versiones de la historia de Narciso dice que el joven de belleza impresionante murió luego de enamorarse de su propio reflejo en el agua y querer atraparlo, parte de esa narración ha sido materializada en un escritorio que precisamente se llama Narcissus.
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La pieza fue creada por el artista y diseñador chileno Sebastián Errazuriz y se ha inspirado en la historia de este personaje mitológico, pues en él colocó un espejo que siempre reflejará a quien lo use, algo similar al río en el que se enamoró de sí mismo Narciso.
Sin duda, este es un objeto para las personas con un amor desmedido por uno mismo, aquel que exacerba el Ego a niveles altos o bien para quienes tienen la necesidad excesiva de admiración y afirmación.
Pero más allá de eso, hay que resaltar que este mueble de Errazuriz se trata de la restauración de un escritorio francés que data de 1880, pero no sólo fue reconstruido, sino transformado en lo que es actualmente: una obra de arte.
Las modificaciones incluyeron recortar parte del escritorio para que quedara un semicírculo, en el cual pudiera estar la persona detrás de este objeto, que sin duda es también un reflejo de poder.
