La Montaña Rusa es uno de los temas más debatidos después del trágico accidente que causó el fallecimiento de dos personas en otra acción de “La Feria de Chapultepec”, lo que ocasionará el cierre de ésta. Su diseño tradicional y artesanal la convierte en una pieza histórica invaluable, pero con lo anterior, el Gobierno de la Ciudad de México abrió una convocatoria pública para sondear su destino.

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La Montaña Rusa está eregida totalmente en madera por Aurel “Dutch” Vatzin, un rumano carpintero que gracias a su experiencia en parques de diversiones creó su propia compañía de construcción de carritos y atracciones de altura.

En abril de 1964 fue encargada a Vatzin con un presupuesto de 12 millones de pesos y con las especificaciones de 35 metros de alto (100 pies de alto) y mil 200 metros de vías para alcanzar los 110 km por hora de velocidad de bajada y 70 km por hora en planicie. El diseño que éste entregó corresponde a una tipo montaña rusa de bucle de Möbius, la cual consiste en una vía continua que se comparte por los trenes, lo que da como resultado que los carritos comiencen por un lado de la estación, pero que culminen del otro.

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De acuerdo a una entrevista de El Universal Ricardo Curiel, un ex administrador del parque, vio arribar el material que utilizarían en su construcción y él encargó de velarlo así como de pintarlo, a finales de abril de 1964 iniciaba oficialmente la edificación de la atracción bajo la concesión del grupo AQ (de Arturo Quintana) y un grupo de técnicos mexicanos, incluyendo a Curiel.

Al momento de su inauguración, la Montaña Rusa era la más grande de Latinoamérica y una de las más modernas por su tecnología, especificaciones y seguridad, puesto que después de un accidente mortal en las pruebas finales, se decidió que se utilizarán cinturones de seguridad como los de los aviones además de la usual barra de metal.

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El 24 de octubre de 1964 fueron inaugurados los Juegos Mecánicos de Chapultepec, por el presidente de entonces, Adolfo López Mateos, y el jefe del Departamento del Distrito Federal, Ernesto P. Uruchurtu.

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Fue hasta 1982 que, debido al desgasto, se decidió remodelarla: cambiando los trenes, agregando nuevos frenos y actualizando el sistema computacional; esto tardó cinco años y para noviembre de 1987 se reabrió. En agosto de 1992 el gobierno del entonces DF subastó el parque y se le otorgó la concesión al Grupo Empresarial Chapultepec, quien la reinauguró en diciembre de 1993.

En dicha oportunidad se el parque abrió como lo conocemos actualmente La Feria de Chapultepec Mágico, e intentó cambiar el nombre de la atracción a “serpiente de fuego”, en alusión a Quetzalcóatl, pero esto fue inútil porque la gente continuaba diciéndole “Montaña Rusa”.

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El juego mecánico operó por más de 50 años y recibía 1.5 millones de personas anualmente, pero con los acontecimientos reciente su destino está incierto, pues si desaparece el parque por completo, ésta deberá ser demolida.

En la convocatoria tú puedes decidir si debe o no ser destruida, así como sugerir en qué se debe convertir el recinto. En Paredro nos interesa tu opinión y nos gustaría leerte en los comentarios: ¿Crees que es un patrimonio histórico? ¿Te gustaría que se derribara?