Los sueños inalcanzables son aquellos que no se trabajan, pero hay algunos que de plano son tan surreales que son casos difíciles de pasar, como es el caso del sueño de Blaine Gibson, quien anhela casarse con una princesa real de Disney.
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No obstante de que su sueño es un tanto alocado, Blaine Gibson viajó a la ciudad de Los Angeles, California, con el propósito de declararse a todas las princesas caracterizadas del parque hasta que alguna dijera que sí.
Como cualquier persona que visita los parques, él se formó para tomarse la típica fotografía, pero en vez de eso, se arrodillaba, sacaba un anillo y proponía matrimonio a las princesas.
Gibson siempre había soñado con casarse con una princesa, así que compró un anillo de compromiso, pensó que el lugar indicado para encontrarla era en Walt Disney World, así que se le declaró a Ariel, Cenicienta, Jasmine, Tinker Bell y Gaston, villano de La Bella y La Bestia.
Tristemente, su sueño no podía convertirse en una realidad con un final feliz para siempre, debido a una política establecida por el Walt Disney World. El objetivo de Gibson era casarse con la mujer detrás del disfraz y con el tiempo enamorarse. Un caso bastante extraño pero muy creativo de encontrar el amor.