Ya se ha visto una infinidad de ejemplos de cómo es que muchos diseñadores y creativos hacen lo imposible por hacer currículos de vida destacados, pero el caso de Kyle Robertson es especial porque hizo su propio branding.
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El diseñador gráfico originario de Londres se embarcó en un proyecto personal, cuyo fin era establecerse a sí mismo en la comunidad creativa y proyectar una imagen profesional, para ello hizo un rebranding de sí mismo.
Shameless Sel-Promotion es el nombre de este branding el cual incluyó desde el cambio de la firma, hasta una tipografía más llamativa, una paleta de tonalidades ocre y gris, así como un periódico que permite conocer sus mejores proyectos.
Ademas, también desarrolló papelería y un sitio web responsivo que mostrara sus habilidades, experiencias e información de contacto. Sin duda esta es una de los mejores proyectos para promoverse, pues hace la diferencia en todas las áreas de conocimiento a las que puede estar Robertson y ser su propio portafolio.
