Como un arquetipo, los diseñadores y creativos emprendedores son conocidos por ir sin miedo contra el flujo de la sociedad para mejorar un determinado aspecto de la vida. Sin embargo, no todos son lo suficientemente audaz. Incluso los grandes nombres de la industria se preocupan por el negocio de vez en cuando, pero, para no parecer tan débiles nunca muestran sus verdadero miedos. ¿Realmente cuáles son los temores más grandes de un diseñador?

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Estos son algunos de los miedos más grandes de un diseñador con los que se enfrenta profesionalmente y que debe eliminar:

1. El miedo a expresar una idea

Muchas diseñadores tienen miedo de expresar una idea en público por temor a que no ofrezca los resultados esperados o sea criticada y destruida por los demás. Si esto te sucede lo mejor eliminar ese temor de hablar y empezar a proponer todo lo que se pueda, ya que toda idea brillante comienza de lo más pequeño.

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2. El miedo de exponer un trabajo en público

Este es un miedo hacia la auto-promoción en general por temor a que digan algo malo. El ser diseñador es una profesión que siempre se expone a las críticas y que requiere de luz pública, razón por la que este miedo es realmente absurdo, pero por desgracia muchos lo poseen y cuando lo afrontan reciben de forma negativa las críticas reprimiendo nuevamente el trabajo.

3. El miedo de no ser lo suficientemente bueno

No porque no se tenga experiencia quiere decir que no se es bueno en lo que se hace. Sin embargo, cuando un diseñador comente un error, se castiga a sí mismo y duda de sus cualidades profesionales, pero de los mismos errores se aprende y a partir de ahí hay que crecer lo más que se pueda. Nadie es perfecto y de las cicatrices nadie de salva.

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4. El miedo a la falta de dinero

Una pregunta muy frecuente es: ¿si soy diseñador, seré pobre? El objetivo de todos en la vida es sobresalir y ser autosuficientes. Todo negocio comienza de cero, pero lo que hará que todos volteen a ver tu trabajo es el ofrecer algo realmente diferente y que nadie tiene, a partir de ahí hay que comenzar a plantearse objetivos y cumplirlos; no siempre ser el empleado de alguien, sobre todo en esta carrera tan censurada de presupuesto.

5) El miedo a la imperfección

El miedo más grande de todos es el miedo a la imperfección. Eso no sólo exclusivo entre los diseñadores o creativos, sino de todas profesiones. La realidad es que nadie es perfecto, siempre habrá alguien mejor y que esté compitiendo, eso no tiene nada de malo, hay que aprender a vivir con nuestros defectos y convertirlos en puntos fuertes.

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