YouTube, Facebook y Netflix han dado un segundo aire al video en los últimos años, pues han potenciado su influencia y es por ello que ha comenzado a crecer la consultoría de diseño en vídeos.

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Este campo —que no es nuevo para los diseñadores— ofrece la oportunidad de expresar un mensaje formato atractivo. De acuerdo a Design Week, el factor de entretenimiento facilita que las personas lo reproduzcan y permanezcan en un sitio web,

Pero si no es lo suficiente atractivo y carece del factor sorpresa, entonces las personas dejarán el sitio. Así, los diseñadores que se dedican a la consultoría en video deben hacerlo bien, porque las expectativas son altas.

1. Wow ¡Somos nosotros!

Es el tipo más común de vídeo y menos eficaz. Por lo general, cuenta con música con punch, caras sonrientes y cambia rápidamente las imágenes. No es capaz de comunicar nada más allá de un sentimiento general de diversión y dinamismo, o tediosa autoindulgencia, pero en ocasiones se puede experimentar con el humor.

2. El showreel

Este tipo de video muestra ejemplos del trabajo hecho y el cual sirve para mostrar el potencial de los empleados. El showreel expone una diferencia esencial entre la publicidad y el diseño.

Los anuncios en video son piezas de venta, por lo que su diseño es generalmente más sutil y casi siempre debe ser entendido dentro de un contexto más amplio. Es un desfile rápido de los trabajos, lo que en muchas ocasiones suele no ser tan funcional.

Smith & Milton Showreel from Smith & Milton on Vimeo.

3. Nuestra historia

Este es el típico video que se centra en mostrar las raíces e historia de una empresa. Pueden parecer autocomplacientes, pero se puede dar un tono que muestre el enfoque particular de la empresa.

4. Video de posicionamiento

Este es e tipo de video más interesante, pues resulta un reto para el diseñador como consultor, ya que debe utilizar el vídeo como un vehículo para mostrar el trabajo que hace una empresa, sus valores, misión, pero en un tono fresco y reflexivo.

En resumen, un buen video promocional debe mostrar:
• A los líderes de la empresa, no voces en off
• Manejar un lenguaje cotidiano, no jerga de la industria o sector
• Ambición sensible
• Un punto de diferencia
• Enfocarse en el cliente sin autocomplacencia

Vía: Design Week