El diseño de packaging debe ser práctico y tomar en cuanta todos los puntos de venta y almacenamiento, así como evitar errores que puedan ser costoso para la empresa, pues podría afectarte hasta con tu empleo.

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1. El diseño del packaging debe ser relevante
El mensaje debe ser claro, el packaging no debe confundir al público acerca de lo que se está vendiendo, debe destacar y hacer la diferencia entre los competidores. Las personas tienen expectativas cuando se trata envases. De hecho el embalaje puede resultar un peligro, por ejemplo, el packaging de Fabuloso ha sido criticado por tener el aspecto de bebida.

2. Fácil de usar
Si bien la estética del packaging es importante, es no lo es todo, por lo que deberá ser fácil en su uso. Si es difícil de abrir sólo frustrará al cliente y hará que no lo vuelvan a adquirir.

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3. Prototipos no probados
El diseño está acabado sólo cuando su uso no es complicado, por lo que el packaging debe ser algo ya probado, un diseño que no produzca errores de uso del producto. Eso disgusta. De ahí la importancia de probarlo para conocer si funciona y luego enviarlo a producción.

4. Ser apto para los minoristas
Es preciso saber si el diseño es fácil de almacenar en comercios minoristas, pues representan un punto de venta y de no contar con el, la empresa pierde dinero. Consulta a los distribuidores del producto para ello.

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5. Control de calidad
Uno de los errores más frecuentes es olvida incluir algún elemento (quizás el código de barras o algún ícono importante). Antes de enviarlo a producción, asegúrate de que no tenga errores tipográficos o algún otro, pues puede ser muy costoso para la empresa.

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