María Elena Velasco, mejor conocida como la india María, falleció este viernes, pero con ella se ha ido una estética que pocas celebridades y personajes del mundo del espectáculo han querido portar.
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La partida de la india María es una pérdida para la estética de México, pues más allá del discurso cómico que caracterizó al personaje, se puede decir que Velasco se atrevió a mostrar el otro México que ha quedado relegado.
Se trata de la vestimenta típica de los grupos étnicos del país, aquellos que han sido relegados por el mundo moderno y que aún conservan sus trajes regionales.
El personaje en sí puede calificarse como un cliché barato de los grupos étnicos de México, pues sus acciones discursivas así lo demostraron en cada representación, eso si, siempre mostró una realidad de los pueblos originarios: pobreza y honestidad.
La india María no tenía una claridad sobre a que etnia pertenecía, pues siempre variaban las características de los trajes que portaba, la mayor parte del tiempo se asociaron con los mazahuas.
Es rescatable su trabajo por que quizás es la única actriz que se atrevió a sacarle jugo al México olvidado, el que no habla español y si lo habla lo hace mal. Además, Velasco poseía rasgos físicos que le ayudaron a llevar a buen puerto su personaje, a diferencia de caracterizaciones como las hechas por Silvia Pinal en el filme María Isabel o hasta Adela Noriega en la versión para televisión del mismo personaje.
Sin duda María Elena Velasco deja un gran hueco en la estética visual del país, aunque tenga muchos peros su caracterización, pero al menos se atrevió a mostrar el otro México.