Seguramente deberíamos acompañarle a este título el “es señal de que cabalgamos”, justamente creo que es eso lo que nos está sucediendo a todos los que formamos parte del diseño, estamos cabalgando. Y como es común cuando el caballo se mueve nuestro cuerpo de buen o mal jinete se zarandea, comienza a bambolearse movido por las ancas del caballo y en esa revolución hoy los diseñadores nos debatimos por la defensa de nuestra profesión.
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Es agradable ver promoviéndonos ideas, propuestas, preguntas, discusiones, debates y todo eso que nos está sucediendo en nuestra relación con lo cotidiano, con la difícil relación de la profesión y su desarrollo. Está muy claro que en el andar los primeros cinco pasos del caballo son bastantes traumáticos y es de esperar que al agarrar ritmo todo tenderá a mejorar.
Hoy estamos en esos primeros pasos, con grupos de diseñadores, uniones, asociaciones o colegios en estado bastante avanzado y organizado en el desarrollo de algún marco normativo o legal, otros con acciones concretas en vías de materializar instancias intermedias y otros al menos en la discusión intelectual.
Que acá, allá y en el más allá se esté hablando de la misma problemática denuncia que es global la cuestión, que no es un problema de un lugar, región o país. Entiendo sano esto de que todos estemos en este intrincado problema de querer seguir siendo diseñadores pero debemos nosotros entender algunas cuestiones muy importantes para el desarrollo.
Las leyes y las normas no son lindas.
Y tampoco están obligadas a ser bellas, el tener un establecimiento en regla exige ciertas cuestiones y costos que deben ser aceptadas para poder desarrollar la actividad dentro de un marco legal. Cuando hay que pagarlas todas estas razones normativas puedo asegurar que no son gratas pero son las normas y las responsabilidades que se asumen para tal cuestión. Todas estas razones legales hacen que luego uno pueda exigir no ser visto como un juguetón que simplemente dibuja y viste zapatillas cool.
Debemos de una vez por todas actuar con suma responsabilidad, de un lado y del otro del mostrador, los pedidos de personal dan muchas veces vergüenza para los que somos empleadores y entiendo que también en cada diseñador hay importantes necesidades que hacen que ceda a tales atropellos, pero para que esto deje de ser una sangría debemos tener organismos que trabajen en pos de hablar corporativamente para defender a los profesionales con un discurso fuerte y serio enmarcado en puntos comunes y colectivos.
Para bucear un poco y poder ver mejor.
Si deseas involucrarte un poco y empezar a entender en donde nos encontramos te paso algunas direcciones de grupos que sigo y desde donde puedo vislumbrar que este andar se va haciendo a paso firme.
Lo ideal es que los busques por facebook ya que tienen mucho más dinamizada la actividad y desde ahí descubrir sus sitios oficiales.
Asodicov | Asociación de Diseñadores y Comunicadores Visuales de Costa Rica.
CDCV | Cámara de Diseñadores en Comunicación Visual de Rafaela de la provincia de Santa Fe.
CDGM | Colegio de Diseñadores Gráficos de Misiones.
ADG | Brasil.
Caracol Consultores | Profesionales mexicanos muy comprometidos con la relación laboral de nuestra profesión con buenos consejos e información.
ADCV | Asociación de Diseñadores en Comunicación Visual de la Provincia de Buenos Aires.
ADCV | Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana.
Adimza | Asociación de diseñadores de Mendoza.
UDGBA | Unión de diseñadores gráficos de Buenos Aires.
De la ADCV quiero marcar un link a un texto con una postura muy clara de la idea sobre los Colegios Profesionales, no quiere decir que no se pueda tener una opinión opuesta a lo expresado en esta idea, sí entiendo que es muy sustentable, lógica y replicable.
Todo lo que querés saber del Colegio.
Link: http://www.adcv.org.ar/prensaadcv/1-ultimas-novedades/521-todo-lo-que-queres-saber-del-colegio
Colegas!
Todo indica que las cartas se están barajando y que la hora de participar nos llegó, seguro que habrá que aceptar cuestiones de las que no estemos tan de acuerdo y brindaremos por las que nos identifiquen, que habrá conductores democráticamente elegidos a los que deberemos apoyar y exigirles respuestas y compromiso como aquel que nosotros también deberemos tener y poner sobre la mesa.
Si deseamos seguir haciendo de esto una profesión con futuro es necesario que las ancas del caballo muevan nuestra humanidad y nos echemos a andar.