Para entender un poco cómo existir y ser diseñador.
Miles de colegas en este momento en que tú estás leyendo estas líneas se dispone en una reunión a vender su producto, Diseño. ¿Tú crees que lo logrará?
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Humo, humo y más humo
Si frente a los ojos de un cliente o sobre la mesa pusiéramos un tornillo todo lo escrito por debajo sería sumamente simple de explicar, ya que con esgrimir argumentos de producción, materias primas, leyes de comercialización, políticas de venta y la necesidad de él por comprar resolverían esto de forma más o menos simple.
Nuestro producto es humo, el cómo hacer creer que lo obtenido de nuestro producto no se le escapará de entre los dedos una vez que pague, es el desafío a vencer en cada oportunidad de trabajo.
Pulgares arriba o abajo
Nuestro presente se manifiesta entre el eje éxito-fracaso y fijar ese parámetro es el primer gran paso para determinar si lo que estamos haciendo circula por la buena senda o no.
Determinar qué es para vos el éxito es de un gran valor a la hora de decretar que lo que estás haciendo, te llena, te motiva y es por donde la sangre te vibra. Eso hará, que vos puedas convencer sanamente a los otros de lo bueno de tu producto y de las ventajas que obtendrán con tu presencia en su negocio.
Vivimos en red
Desde que el hombre habita este planeta siempre se ha movido en red, en grupos de afinidad y pertenencia por eso es muy importante que te vincules, que te muestres y convivas para nutrirte de lo que a los demás les pasa, de lo que cuentan de sus profesiones, negocios o actividades.
Es muy posible que mañana estés teniendo que resolver algún problema de comunicación del que ya tengas información propia.
Vendemos un servicio
Cuando idealizamos nuestra profesión, la estudiamos o la construimos, nunca se nos plantea o nos planteamos que lo que estamos haciendo es un servicio.
Sí, un servicio como el del proveedor de internet para situar a alguien. Tus dibujos, creaciones, usos tipográficos, estilo y destreza estética o hasta lo que vio en tu portfolio a el cliente quizás en primer lugar poco le representen al momento de decidir, seguramente obtendrá un promedio de lo que quiere gastar y cuán seguro te vea para que le lleves el trabajo adelante.
Hablar de servicio es hablar de una acción comercial y de eso la mayoría de nuestros clientes viven y entienden y sobre la mesa ya estarás poniendo algo tangible.
Calidad vs precio
Todos tenemos necesidades y seguramente necesidades económicas inmediatas. La frialdad, la seguridad y la paciencia serán necesarias a la hora de estar negociando. Tú necesitas su trabajo pero tu producto es tan frágil y la cola de postulantes detrás tuyo tan larga que harán la tortura más insoportable que deberás vivir. No cometas errores. Se honesto, justo y seguro del valor de lo que vendes. La calidad es uno de los argumentos que siempre se ve, sino pregúntate porque lo que te gusta a simple vista siempre es lo más caro.
Para obtener calidad primero deberás trabajar mucho sobre eso, puntualidad, respuesta, solvencia, coherencia, decisión y conceptos claros y sostenibles. Trázate objetivos propios y posibles. Construye tu lugar, arma un estudio, por más chico y humilde que sea, será mejor que un bar. Constituirte como estudio y sostener la idea te llevarán a que vean calidad en tu persona.
No bastardees tus ideas
REPITO. Todos tenemos necesidades y seguramente necesidades económicas inmediatas.
No concurses tu trabajo. Ninguno médico concursaría por tu arritmia cardíaca para que luego tu evalúes con quién atenderte sin haber pagado un solo peso por todo lo que ellos investigaron de tu problema.
Los concursos guardan la perversión más oscura de nuestras necesidades.
Serás usado. Es verdad que son un posible trampolín, pero nadie te habla de las historias de los que no saltaron. Nos preguntamos alguna vez cuánta transparencia hay detrás, cuántos concursaron, del jurado, etc.
Si hay una selección de concursantes por sus pergaminos. Si hay una promoción para estudios emergentes y si a estos se les paga una suma base para concursar creo que ahí la cosa cambia y se vuelve más seria, adulta y respetable.
En el mientras tanto cuida tu trabajo que como dicen los ingleses “Tiempo es dinero“, si vas a invertir tiempo que sea para producir dinero porque es lo que necesitas para desarrollarte y servir al crecimiento comercial.
¿Vamos a vender Diseño?
En resumen, seguro estas líneas están orientadas a los trabajadores de diseño independiente, a los que intentan forjar el camino de la construcción de un estudio.
Queda claro que nuestra profesión está en boca del mercado y la adaptabilidad a sus leyes nos dará un lugar.
Nos encontramos hoy en pleno proceso de transformaciones profundas de lo que hacemos y para que estamos.
Mirarnos y construirnos, entiendo, será el principio para que nuestro servicio y producto llamado Diseño se venda.