La realidad —no precisamente triste— es el diseñador editorial, como lo conocemos al día de hoy, tiende a desaparecer. No porque se acaben los medios impresos, baje la producción de libros o todo se vuelva electrónico. Simplemente porque su labor tiende a tomar un nuevo rumbo.
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La salida al mercado de la tabletas fue el detonante para un debate y autoexamen de quienes nos gusta el diseño editorial: ¿Desaparecerán los medios impresos? La respuesta rápida es «no». En un futuro a largo plazo, difícilmente veremos desaparecer los libros, las revistas y seguiremos enviando folletos a producción, pero este «no» lo complementamos con «no, pero sí cambiará». Quizá el único medio que tiende a su desaparición es el diario impreso, tan siquiera en masa. Su necesidad básica radica en la inmediatez de la noticia, pero si en este momento temblara o hubiera un suceso importante, no esperaríamos hasta la edición matutina para enterarnos, buscaríamos primero en redes sociales, en los periódicos en línea, en la radio o televisión. Hoy en día es tan solo un puñado de los diarios en las grandes ciudades que no cuenta con su contraparte electrónica, y a ésto le siguen los libros, que ya muchos pueden adquirirse en versión impresa o digital, para iPad, Kindle o Android y detrás de ellos las revistas con esta misma dinámica.
El área editorial le hace ojitos a muchos diseñadores, pero son más las frustraciones por no tener una oportunidad laboral para ser los próximos Fred Woodward o DJ Stout (dos de mis diseñadores editoriales favoritos). Mientras tanto, quienes actualmente lo ejercen, buscan la forma de mantenerse competitivos y comienzan a hurgar lo que existe detrás de un monitor, entre los CSS y HTML. Estamos en un punto en el cual las universidades aún no logran incorporar a sus programas de estudio conocimientos que permitan a sus estudiantes ser capaces de salir sabiendo enviar un folleto a preprensa y generar su App para una tableta, la tecnología va mucho más rápido.
Por ello, es importante que si encuentras una atracción muy fuerte por los objetos editoriales y quieres dedicarte a ellos, complementes tus estudios con la elaboración de las publicaciones digitales. Aunque son relativamente nuevas, su avance ha obedecido a la misma rapidez con la que los usuarios se compran iPads (a finales de 2012 ya existían 1 millón de iPads en México, datos según Danilo Black). InDesign forzó a Adobe a una versión intermedia entre sus suites (CS 5.5) para incorporar plug-ins que permitieran el desarrollo de éstas y sus esfuerzos se enfocan prácticamente en ellas.
Cada día serán menos quienes sabiendo únicamente la parte impresa del diseño editorial puedan encontrar un trabajo bien retribuido. El hoy tan demandado y saturado mercado de los impresos tiene miles de huecos que llenar para quienes presenten este complemento digital, que forma ya parte de nuestras vidas (la prueba es que este artículo lo estás leyendo en un medio digital, no impreso). Necesitas complementar tus conocimientos, hoy el nuevo diseñador editorial debe conocer y entender los mundos impresos y digitales. Ahí está el mercado laboral. No te quedes fuera de él.