El trabajo de diseñador es uno de los mejores, pues tienen la posibilidad al máximo su potencial creativo en su trabajo, hacerlo divertido y ganar buen dinero —aunque
no siempre—, pero ¿qué es lo que realmente molesta a los diseñadores?

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Creative Market enumeró las 10 cosas que todo diseñador detesta y no es para menos, pues hay varias con las que muchos se identificarán en más de una ocasión.

1. Cliché, el abuso de ciertas tipografías
Si el caso más común es la más odiada de todas, la Comic Sans, pero existen otras tipografías que todos los diseñadores terminan odiando —inclusive a Papyrus. Esto se da con frecuencia debido a que usa de sobremanera estas fuentes.

Por ejemplo la tipografía que ahora lucha por quitarle el lugar a la Comic Sans es Lobster, pues se usa para todo tipo de diseños, incluyendo aplicaciones para iPhone. Pero hay una que entra en un gran debate: la Helvética, odiada por unos, amada por otros tantos. Si bien posee un diseño limpio, tiene a aburrir y se ha abusado de ella, tal y como lo ha hecho Gap para su nuevo logotipo.

2. “Diséñame mi logo por 5 dólares”.
El nuevo dolor de cabeza de un diseñador es el crowdsourcing. Si, para muchos —seguro los que no saben de diseño— elogian este tipo de sitios de internet (échale la culpa a la red de esto), pues aseguran que ha democratizado al diseño y lo ha puesto al alcance de todos. Pero quienes saben, esto sólo abarata los costos y el resultado es un diseño de la misma calidad del pago, barato y poco profesional.

3. Spec Work
El concepto detrás del trabajo de especificaciones es simple: el cliente no sabe un diseñador es suficientemente para hacer lo que quiere hacer, por pide varios trabajos libres como una prueba. ¿A quien le gusta que juzguen su trabajo de manera gratuita para que al final de día exista la posibilidad de que le digan que siempre no?

4. “Preséntalo en un documento de Word”.
El mundo es maravilloso, tienes todo listo para presentar el proyecto, pero recibes un correo en el que se especifica que todo lo presentes en un documento Word. La reacción de un diseñador ante esto es el equivalente a ver a un asesino serial frente a ti, para después pasar a la locura del grito.

5. Make it Pop!
Los diseñadores pueden hacer mil maravillas en los cambios a un proyecto, pero jamás, jamás debe pronunciarse la frase “haz que estalle”. El único que podría estallar es el diseñador en un arranque de ira por insultar su trabajo.

bearded hipster wearing sunglasses inside car

6. “Este trabajo te dará exposición”
Seguro muchos lo han padecido: un cliente te pide un trabajo, pero te asegura que no habrá paga, pero te dará mucha exposición. La única respuesta a este tipo de propuestas laborales es decir No. La exposición de tu trabajo no da para la renta y es tu deber valorar tu trabajo.

7. Diseño por comité
Si el cliente pide una segunda opinión está bien, pero si pide más de dos, entonces eso puede generar un caos tremendo. Complacer todas las sugerencias a un diseño puede ser lo peor que se le puede hacer a un proyecto que seguramente terminará sin pies ni cabeza.

8. “Puedes copiar esto”
Es común que los clientes pidan a un diseñador que copien o hagan algo similar a un cierto diseño, pero en tus manos está el negarte, no sólo por ética, sino por que es un insulto a tu creatividad.

9. Trabajar para familiares o amigos.
Si tienes un amigo o eres pariente de un diseñador y quieres un diseño, entonces mejor pídele referencias de otros. De lo contrario podría salir lastimada la relación, ya que si no te gusta su trabajo y pides cambios, pero él tiene otras ocupaciones, puedes molestarte por que sientes que “te hace perder el tiempo”.

10. Si trabajo propio
Mostrar los trabajos propios de años atrás puede ser incómodo, sobre todo si un diseñador cometió pecados como usar Comic Sans, Lobster, entre otros detalles.

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